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"El Octavo Día"

"Nombres de escritores"
EL OCTAVO DÍA
16/11/2015 08:08

    Hace días vi un popular meme de redes sociales donde una página de chefs nos explica cómo debemos pronunciar los nombres de los vinos. A manera de un sano divertimento, presento una idea similar ambientada en el también erizado mundo de los nombres y apellidos de algunos escritores.
    De entrada se le informa que si usted pronuncia el nombre de un escritor tal y cual como esté escrito, técnicamente no comete un error. Simplemente lo pronuncia en nuestra lengua original y no está usted obligado a aprender o saberse el idioma natal del autor o artista en cuestión.
    Algunos abusaban de ese casticismo: el conductor Raúl Velasco decía "Miami" en vez de "Mayami"… aunque ahí caía en una doble incorrección, ya que el topónimo original era Laguna de Mayami, cuando fue descubierta por Hernando Escalante en 1575 y así era llamada así por los indígenas de la Florida.
    Todos decimos Beethoven tal como está escrito… Usted, si esta versado en alemán, sabrá si lo dice de esa forma o si quiere decir "Beetófen", pero ya caería en incorrección porque el nombre ya ha sido castellanizado.
    Es como decir "London" en vez de "Londres". A cada rato nuestros televisos dicen Beijing cuando el original era Pekín. En francés se sigue diciendo y escribiendo Pekín. Alejandro Dumas en francés tiene un apellido con acento al final y alguna ya empiezan a decirlo en nuestra lengua.
    Muchos pronunciaban "Andre Yidé" al referirse al francés André Gide, pero lo correcto es "Yid", tal si fuera un filósofo chino. El Nobel reciente tiene un acento agudo invisible que lo convierte en "Modianó", como el anterior "Le Clezió".
    Traducir los apellidos es una manera sutil de insultarlos. Albert Camus, otro Nobel galo, suena algo así como "Camiú" y su apellido en español significa "desaire". Jean Cocteau ("Yan Coctó) literalmente quiere decir "Juan Coqueto". Francisco de Quevedo llamó a Michel de Montaigne en su época "El señor de la montaña".
    Algunos todavía decimos "Sartré" para invocar al filósofo francés que rechazó el Nobel, pero don Jean Paul tiene una "e" impronunciable al final y ahí lo correcto es musitar una "tr" casi sibilina. En cambio, las feministas siempre han pronunciando correctamente el nombre de su polémica esposa: Simone de Beauvoir como "Simón de Bovuá".
    Hacerle caso al inglés es un error común. En alemán, la "e" final sí se pronuncia, como es el caso de Goethe, que se pronuncia en algo parecido a "Guete", aunque algunos se comen la última vocal. Lo mismo sucede con nombres propios como Marianne o Brunhilde. Por tal motivo, el autor de Demian y El lobo estepario debe nombrársele como "Herman Jesse".
    Si usted vio Interestelar y se conmovió con el poema de Dylan Thomas que habla de la muerte y es declamado por el astronauta que abandona el planeta Tierra, sépase que la pronunciación correcta es "Dalan", con una "A" fuerte, en vez de "Dilan", como suelen hacerlo los gringos, pensando en el cantante Bod Dylan, que de ahí tomó su pseudónimo.
    Esta pronunciación me la enseñó una amiga galesa de Swansea, ciudad natal de Thomas, pero ya ni la suelo utilizar porque todo mundo se siente obligado a decirme que es "Dilan" y mejor me quedo callado, porque luego piensan que toda la explicación es invento mío.
    Los escritores japoneses como Mishima. Kawabata o Murakami no nos dan problemas. Con los rusos el único problema serio es Leon Tolstoi, que más bien se dice "Tolstua"... Dostoievsky y Chejov son pronunciados muy bien y vale la pena añadir que en ruso las palabras agudas son muy escasas, a diferencia del francés, que es donde más abundan y la gente suele colocarlas al final de la frase. Así que Nabokov en realidad es "Nabókov", como correcta e involuntariamente lo pronuncian los estadounidenses. ¿Curioso, no?