Hoy tocaremos un tema que yo creo, que a todos nos ha tocado tratar a este tipo de personas, al menos en alguna ocasión, pues se da con mucha frecuencia, los casos de los narcisistas, que los podemos encontrar en la sociedad, familia, pareja, o en el trabajo, andan por todos lados y la verdad se vuelve complejo llevar una buena relación, porque simplemente ellos son todo lo mejor que puede existir y tú eres bendecida por su compañía.
El trastorno de personalidad narcisista (uno de varios tipos de trastornos de la personalidad) es un trastorno mental en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad extrema, hay una autoestima frágil que es vulnerable a la crítica más leve.
También presentan síntomas como: excesivo individualismo, culto a la privacidad, ansia de éxito, de imagen y de poder... Vivimos en la “cultura del yo”, en “la generación del Narciso”. Atrás y muy lejos queda la solidaridad, “la pasión por el nosotros”, se ha nombrado a esta época, como la “generación del Narciso”, “la década del yo mismo”, “la generación del yo”, “la era del narcisismo” o “la cultura del yo”. El trastorno narcisista se caracteriza por varios rasgos: imagen distorsionada de uno mismo, su modo de proceder se caracteriza por la astucia, hipocresía para conseguir lo que se desea. , sentimientos de dominancia-poder, exhibicionismo y una profunda falta de empatía.
En la actualidad, y en esta pandemia, se responde a nuevos perfiles psicológicos, en los que podemos destacar dos tipos de demandas en la consulta . Por un lado, los trastornos depresivos: individuos con tristeza vital, apáticos, sin ganas de vivir. Y por otro lado, sujetos engreídos, egocéntricos, manipuladores, socialmente destructivos, con gran necesidad de obtener admiración y prestigio sobre los demás, pero que a su vez, presentan una fuerte sensación de pérdida de su yo, con relaciones interpersonales superficiales e insatisfactorias, percibiéndose vacíos y sin sentido. Kohut definió tal tipología como trastorno narcisista de la personalidad.
Un trastorno de personalidad narcisista causa problemas en muchas áreas de la vida, como en las relaciones, el trabajo, la escuela o los asuntos económicos. En general, es posible que las personas con trastorno de la personalidad narcisista se sientan infelices y decepcionadas cuando no reciben los favores especiales ni la admiración que creen merecer. Es posible que no se sientan satisfechos con sus relaciones y que otras personas no disfruten de su compañía. Crean un sentimiento de vacío interior y llegan a sentir que la vida es muy absurda. Cuando llegan aceptar que ya se están quedando solos, y que traen todo un caos en su vida, comienzan a ir aceptando que necesitan ayuda psicológica, cosa que no es fácil para ellos, aceptar que un simple mortal los pueda apoyar, llegan a consulta con una actitud de superioridad, no presentan humildad, llegan a pensar que venir a consulta es su oportunidad de dar su mejor espectáculo en el que va a exhibirse. Durante las sesiones realizarán un gran esfuerzo por invertir los papeles psicólogo-paciente, se requiere de gran habilidad terapéutica para centrarlo en su trastorno, y seguir las indicaciones para que el tratamiento resulte positivo. Los narcisistas suponen que sus problemas son únicos y que sólo podrán ser entendidos por otros individuos especiales. No es que, por ejemplo, digan mentiras conscientemente, sino que están convencidos de su posición superior y de la veracidad de su falsa realidad.
La conclusión es clara: ¿de qué podemos ocuparnos seriamente hoy en día? definitivamente de nuestro equilibrio físico y psíquico. Y en resumen el narciso es Incapaz de amar a otro que no sea él mismo, presenta una nula empatía o capacidad de captar los sentimientos y la realidad externa. Siempre responde, pero distorsiona todo. No puede ofrecer una respuesta empática real. Narciso es descrito como un sujeto orgulloso y soberbio que desprecia a los demás. Tal actitud genera agresividad y destrucción en su relación con los otros. No sólo no acepta su amor, sino que los rechaza despectivamente y provoca la eliminación de su amante. En el Narcisismo, no se trata de una cuestión de auto amor, sino del amor por una imagen espectacular, e irreal. Tras una fachada de rigidez e indiferencia se esconde la auténtica realidad: la incapacidad para poder expresar afecto y sentimientos. La Asociación Americana de Psiquiatría, haciéndose eco del interés clínico que ha ido suscitando el trastorno lo incluye en 1980 en su clasificación de enfermedades mentales. Este trastorno narcisista de la personalidad se describe a partir de la presencia de una serie de criterios diagnósticos: pauta generalizada de grandiosidad, falta de empatía, hipersensibilidad a la evaluación de los demás y diversas alteraciones de las relaciones interpersonales: tendencia a la explotación interpersonal, sentimiento de categoría especial, solicitud de atención y admiración constantes, etc.
Los sujetos narcisistas se caracterizan por la inflación de la autoestima, la megalomanía o la grandeza del yo, que se traduce en egocentrismo, y sentimientos de omnipotencia. El individuo narcisista está preocupado por fantasías de éxito, poder, brillo, belleza o amor ideal ilimitados. Presentan una gran ambición y altas expectativas no realistas. Los factores ambientales que pueden contribuir a crear una personalidad narcisista pueden incluir: abuso o descuido infantil. mimos excesivos de los padres. expectativas poco realistas de los padres. Son incapaces de mirar hacia dentro para entenderse, para profundizar en ellos mismos. Por lo general, están llenos de mecanismos de defensa para no aceptar sus múltiples inseguridades.
¿Los narcisistas pueden cambiar? Yo sugiero en estos casos trabajar con un equipo de psiquiatra y psicólogo, con medicamento y citas frecuentes, se podría llegar a modificar la personalidad de una persona narcisista y erradicar ese comportamiento inadecuado socialmente, por supuesto es todo un proceso, no son un par de consultas.