"'El Chopo' festeja sus 30 años"
MÉXICO (UNIV)._ El Tianguis Cultural del Chopo celebró ayer sus primeros 30 años de referencia cultural instantánea de, hasta donde ha llegado el rock en toda su diversidad, y no sólo eso, sino también el cine, los libros, las revistas y otros aspectos culturales susceptibles de cualquier tipo de negociación en su espacio.
La transformación del personal, del trueque, el intercambio y la venta de toda clase de parafernalia roquera que se ha ejercido desde hace más de mil 500 sábados (ejecutando el paso de la muerte: de los discos en el suelo, al puesto armado), lo hace un lugar insustituible y único en el mundo con una bien ganada fama internacional.
No es gratuito que en la calle de Aldama (flanqueada por Sol y Luna), en la añeja y tradicional colonia Guerrero, último asentamiento formal del Chopo desde 1988, luego de haber andado como judío errante, se sepa más de rock italiano que lo que saben los propios italianos, y que se esté al tanto de las últimas tendencias musicales con inusitada rapidez por vía de la importación americana o europea, o que se puedan adquirir en digital los recientes estrenos, las rarezas, el cine de culto, los documentales y demás que, en este momento, causan conmoción en ciudades como Nueva York o Londres.
Para todos los bolsillos
El mercado cambiario del rock en el Chopo puede ir desde los discos de vinil con precios de cinco y 10 pesos, hasta los 60 mil en que se presume el Kaleidoscope (el disco LP más buscado del rock mexicano) a los 30 y 50 pesos por película o concierto, mientras que los compactos y los MP3 se cuecen aparte, por títulos y artistas.
Ese estar al día y en permanente estado de sorpresa y shock con discos, viniles, compactos, DVD, camisetas, kamijackets importadas y nacionales, revistas raras, libros incunables, lentes de último grito de la moda, T-Shirts, gorras, logotipos bordados, artesanía, máscaras de luchadores, moda otoño invierno para presumir: "Soy totalmente Chopo"... es para el visitante asiduo del tianguis cultural (de 7 a 8 mil cada sábado) lo que lo hace parada obligada de propios y extraños, roqueros, darketos, punks, patinerosos, metaleros, emos y hasta ninis... lo mismo que reincidencia.
Quien no conoce el Chopo, no conoce México, ni lo que conlleva la palabra rock, que va hasta sus últimas consecuencias con los intercambiadores y especialistas, que siguen siendo las personas que más saben del asunto.
La ruta del Chopo hasta donde está hoy se inició precisamente en 1980 en la sede del Museo Universitario, en la calle de Enrique González Martínez, y nació de una idea de Antonio Pantoja, capitalizada por su hermano Jorge, bajo las órdenes en ese entonces de Ángeles Mastreta.
De los 32 asistentes originales de lo que se denominó Primer Tianguis de Publicaciones y Discos todavía siguen asistiendo: Walter Schmidt, Oscar Sarquiz, José Luis Pluma (La Bruja, de aquellos tiempos del Conecte), los hermanos Pantoja, Carlos Robledo, Fernanda Tapia, Carlos Mata, Rubén Sano, Merced Belén Cruz...
Otros que estuvieron en el principio, ahora ejercen como vendedores y gurús del Chopo como: Ramón García (el que más sabe de rock mexicano), Muni, Carlos Alvarado (Chac Mool), Abraham Ríos Manzano (autor del libro esencial: Tianguis Cultural del Chopo: Una Larga Jornada), Roberto Vázquez Mamys (profeta del progresivo) Juan José Guajardo ("La Leyenda", y auténtico sobrino del asesino de Zapata), el periodista Javier Hernández "Chelico" o los cinéfilos de los puestos más acreditados: el consultorio cinematográfico del doctor Juan Heladio Ríos y el nirvana del gore, cine freak y de culto, de Raúl Miranda, más los fundadores y dirigentes del tianguis como Felipe Victoriano Amezquita, Jorge García, Gerardo Trejo y Carlos Martínez, entre otros.
Multidisciplinario
Otra cosa fundamental es que no todo tiene que ser rock en el Chopo, sino que hay otras actividades complementarias como sus áreas culturales o como su Espacio Fotográfico, además de la galería Juantxo Sillero, sus ferias de libros, de discos independientes; su radio comunitaria y Radio-Chopo, aparte de su área gastronómica que incluye los mejores raspados de tamarindo del mundo, cortesía del señor Hipólito Pérez.
Durante las 12 fechas de esta celebración por el 30 Aniversario, la compañía Backline se ha encargado de sonido y montaje del stage del "Forito Sol" y la página web del tianguis, patrocinada por "No Problem", mantienen virtualmente contacto con los choperos que se comen las uñas porque llegue el sábado.
También y como cereza extra al pastel de celebración con foto panorámica para el que quiera salir en la foto, el tianguis cultural ha debutado en la industria discográfica con el sello Chopo-Records, con el lanzamiento del primer compacto del grupo El Brujo.
Desde que el Chopo se salió, paradójicamente, del museo a ganarse la calle de cada sábado organizándose autogestivamente hasta hoy, los dinosaurios que por ahí pasaron intercambiando y vendiendo sus LP y VHS (descontando al difunto Marc Bolan de T-Rex), ya nunca fueron los mismos pero, eso sí, roqueros y choperos (ahora digitales), nunca van a dejar de serlo.
¿Se volverá Patrimonio de la Humanidad? Muchos ya lo dan como hecho.
DE FIESTA El Tianguis Cultural del Chopo celebra sus primeros 30 años de referencia cultural instantánea de, hasta donde ha llegado el rock en toda su diversidad, y no sólo eso, sino también el cine, los libros, las revistas y otros aspectos culturales susceptibles de cualquier tipo de negociación en su espacio.