“La vida es una aventura audaz o no es nada”.
- Helen Keller
Cada uno de nosotros emprende un camino en la vida. Algunos caminos son más convencionales que otros, pero todos implican algún tipo de búsqueda, de desafío, de superación. A menudo, este camino se describe como “el camino del héroe”, un concepto popularizado por Joseph Campbell en su libro “El héroe de las mil caras”. Según Campbell, todos los grandes mitos y leyendas del mundo siguen un patrón común, una estructura que describe el viaje del héroe.
En mi propio camino del héroe, uno de los momentos profesionales más significativos fue cuando un cliente me pidió que desarrollara un programa de capacitación para elevar la productividad de su equipo de trabajo. Yo jamás había reflexionado acerca de ese tema y no sabía nada al respecto. Sin embargo, decidí ser honesto con el cliente y le expresé mi falta de experiencia en esa área.
A pesar de mi falta de experiencia, el cliente me expresó confianza y estuvo dispuesto a pagarme por el desarrollo e implementación del programa. Esto me obligó a salir de mi zona de confort y a aprender todo lo que pudiera sobre el tema en un corto plazo.
Este primer paso me llevó a un territorio desconocido, una tierra de incertidumbre y riesgo. En el lenguaje de Campbell, esto se llama “el llamado a la aventura”. Durante esta fase, el héroe se enfrenta a una situación que lo saca de su zona de confort y lo obliga a enfrentar un desafío.
En mi caso, el desafío era aprender todo lo que pudiera sobre la productividad laboral y el desarrollo de programas de capacitación. Estudié varios modelos de excelencia humana y productividad como el de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas de Stephen R. Covey, Organízate con Eficacia de David Allen, Gestión del tiempo de la Biblioteca del éxito de Brian Tracy, entre otros. Desarrollé agendas y desde entonces cada trimestre mejoro y afino estas herramietnas cuyo uso conducen al logro. El punto esta que cuanto más aprendía, más me apasionaba el trabajo y más motivado estaba para seguir adelante.
Después de la fase de aprendizaje, llegué al siguiente punto crítico en el camino del héroe: la prueba. En esta fase, el héroe se enfrenta a una prueba o un obstáculo que debe superar para seguir adelante. En mi caso, esto llegó en forma de la implementación del programa de capacitación en la empresa del cliente.
Fue una prueba relativamente difícil, más por mis propias inseguridades que por la pertinencia y utilidad tanto de las ideas como de las herramientas, pero gracias al hecho de transparentar mis demonios con el cliente, mi evidente dedicación y esfuerzo, así como a la confianza expresada por el cliente, logré desarrollar e implementar con éxito el programa de capacitación y superar las expectativas: en menos de 3 meses habíamos aumentado un 70% de la productividad de los procesos en la empresa (eso trajo otras complicaciones de alineación y ritmo que después habríamos de resolver con estrategia y liderazgo). Esto me dio la confianza y la motivación para seguir adelante, para enfrentar nuevos desafíos y superar nuevos obstáculos.
Pero el camino del héroe no termina con la superación de una sola prueba. Cada vez que se supera una prueba, se abre la puerta a una nueva prueba. Y en cada prueba, el héroe debe seguir demostrando su valentía, su sabiduría y su determinación.
Este patrón de prueba y superación se puede ver claramente en las historias de personalidad tipo E7 del Eneagrama, aunque no siempre se presenta de manera tan dramática. La personalidad tipo E7 es conocida por su amor por la aventura y su búsqueda constante de experiencias nuevas y emocionantes. Pero en su búsqueda, también enfrentan pruebas y obstáculos que deben superar para seguir avanzando.
Al igual que estos individuos, todos podemos emprender nuestro propio camino del héroe. Todos podemos enfrentar nuestros propios desafíos y superar nuestras propias pruebas. La clave es tener el coraje y la determinación de seguir adelante, incluso cuando el camino se vuelve difícil y desafiante.
En mi propio camino del héroe, he aprendido mucho sobre mí mismo, sobre lo que realmente quiero en la vida y sobre lo que soy capaz de lograr si me lo propongo. También he aprendido que el camino del héroe no es fácil, pero que las recompensas son enormes.
En cada prueba superada, he ganado una mayor confianza en mí mismo y una mayor claridad sobre lo que quiero en la vida. He aprendido que los desafíos pueden ser duros, pero también pueden ser transformadores, y que cada obstáculo superado es una oportunidad para crecer y para convertirse en una mejor versión de uno mismo.
En última instancia, el camino del héroe es una metáfora de la vida misma, con todas sus alegrías y tristezas, sus triunfos y fracasos. Pero es un camino que vale la pena recorrer, porque a medida que avanzamos, nos convertimos en héroes de nuestras propias historias, y eso es algo que nadie nos puede quitar.
Y tú; puedes identificar el camino del héroe en tu vida?
Quedo con Dios y contigo:
yosoy@gnozin.com