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Voces despeñándose

Cuanta emoción retornar a Italia

    En una balada

    la noche se mece al compás del chelo,

    duerme la enredadera

    en la hamaca de sus ramas,

    el sonido del mar viene y se va

    con su oleaje,

    nostálgico el recuerdo

    se balancea en las hojas de los limoneros,

    el viento del sur

    escucha la charla de los otros vientos

    venidos de lejos,

    el calor sofoca

    al pecho de los amantes,

    volcanes sudorosos escupen su lava,

    las palabras se tocan y encienden

    fuego en las sábanas,

    mirando hacia el acantilado

    los amantes pretenden

    regalarse estrellas

    con la luna amalfitana de testigo.