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"Celebra Botero 80 años en México"

"Celebra Botero 80 años en México"
10/11/2015

    MÉXICO (UNIV)._ Es un hombre de provincia que se apoderó del mundo, se apoderó de Piero de la Francesca y de Masaccio; un hombre que estudió a Leonardo Da Vinci y que, tras mirar las pinturas de las Cortes de Francia, puso a los Luises a pasear por las calles de Medellín.
    Es un hombre que en su mesa de noche tiene los diarios de (Eugène) Delacroix, los carnets de (Dominique) Ingres, y que vuelve a ellos a menudo porque Fernando Botero no olvida nunca que hay cinco mil o seis mil años de arte antes que él.
    Es esa "especie de memoria del mundo y de la pintura", dice el poeta colombiano Juan Gustavo Cobo Borda, autor de libros y ensayos acerca de Fernando Botero, lo que garantiza el rigor de la pincelada del artista que esta semana inicia en México el festejo por sus 80 años.
    Fernando Botero es uno de los artistas vivos más conocidos en todo el mundo. Su estilo es inconfundible e identificable para especialistas y neófitos. Es el artista vivo mejor vendido de América Latina: en 2006 superó su récord con la pintura Los músicos (1979), adquirida en 2.03 millones de dólares; en noviembre de 2011 rompió el tope para una escultura con la venta de Bailarines, por 1.76 millones de dólares. Esas marcas son tan memorables como la que estableció en 1961, cuando a sus 29 años, el MoMA de Nueva York adquirió su pintura Monalisa, a los 12 años.
    Las ventas no son su único mayor registro. Luis Fernando Pradilla, director de la galería colombiana El Museo, que desde hace 30 años comercializa sus obras, no duda en afirmar que Botero es el artista vivo que ha hecho el mayor número de exposiciones en museos:
    "Es el único artista vivo que tiene un mercado absolutamente universal. Es un artista que lo puedes vender en Alaska, en Australia, es un ícono porque la estética de Fernando Botero es reconocida en todas partes del mundo. Son pocos los que pueden traducir una obra en tres medios: dibujos, pinturas y esculturas, con esa maestría con que lo hace Botero. En todos los museos bate récords de asistencia, es un artista que comunica, que llega a la gente, las personas comunes y corrientes, que no van a museos, han visto sus esculturas en las calles".
    Alrededor de 40 de los más grandes museos y centros culturales del mundo cuentan en sus colecciones con algunas de las más importantes obras de Botero. El nombre del artista figura todos los años en las subastas de las casas Christie's y Sotheby's; en 2011, ésta última realizó una venta exclusiva con obras del colombiano, que en Nueva York expone y vende habitualmente en la galería Marlborough.
    Hubo un tiempo en que estudió para ser torero, pero rápidamente se decidió por la pintura. Sus primeros dibujos fueron publicados en el periódico El Colombiano, de Medellín, pero la temática de aquellos, obscena según la mirada de ciertas buenas conciencias antioqueñas, le costó la expulsión del colegio.
    Este 2012 se cumplen 61 años de su primera exposición: fue en Bogotá, en una galería del fotógrafo Leo Matiz, otro colombiano que encontraría en México un lugar para extender sus horizontes. Luego se fue a Madrid: buscaba aprender de los maestros y clásicos; a mediados de los 50 llegó a México, donde habría de encontrar y perfilar el estilo de su obra, caracterizada por la riqueza del volumen y un diálogo constante con la historia del arte.
    CARRERA
    Ochenta años de vida, más de seis décadas de ser pintor y cerca de 40 años como escultor es lo que define a Botero