Muchas personas creen que es un invento comercial el 10 de mayo, y sin duda, se ha explotado, pero se cree que la tradición de honrar a la madre proviene del antiguo Egipto, donde la protagonista de tal celebración era Isis, la diosa madre de la civilización, Más tarde, en Grecia se empezó a rendir culto a Rea, madre de varios dioses del Olimpo como Zeus, Poseidón o Hera. Posteriormente, en el imperio romano pasó a ser homenajeada la diosa madre Cibeles, y así se fue propagando la idea de la celebración de las madres en el mundo.
El objetivo de celebrar el Día de la Madre es homenajear a la persona que nos dio la vida y que nos acompaña a lo largo de ella, sin condiciones, con el amor más grande que se puede dar y la persona que se alegra por nuestros éxitos y sufre con nosotros cada una de nuestras decepciones.
Pero en la realidad hay madres amorosas y madres que no lo son, incluso llegan a ser madres tóxicas, son aquellas que no ayudan al crecimiento personal o profesional de sus hijos, con o sin intención. Son personas manipuladoras, posesivas, hirientes, controladoras, en algunos casos destructivas, sobreprotectoras y tienen una visión negativa de lo que es el mundo.
Y efectivamente no todos los hijos tienen una madre que celebrar, tienen pésimas relaciones entre sí, a veces existen personas que no fueron criados por sus progenitoras, hay mujeres que no deseaban ser madres, y que una violación las llevó a convertirse, o simplemente porque “era lo que seguía en su vida”, he visto en terapia madres que ven como rivales a sus propias hijas, las comparan, las retan diariamente, las denigran y hasta llegan a golpear a sus propios hijos.
Lo más seguro que este tipo de madres no tuvo una infancia feliz, de seguro tuvo y arrastra una historia dolorosa, tampoco fue una hija querida, recuerdo varios casos que las madres de este tipo les decían diariamente a sus hijos “no vas a servir para nada”, “eres una vergüenza”, “de haber sabido ni te hubiera parido”, de seguro a ella también le rompieron en mil pedazos su corazón sus padres, o la abandonaron, o la trataron peor que como ella trata a sus hijos.
Llevan consigo golpes y heridas que no sanaron, y el cuerpo y el alma tienen memoria, una memoria que recuerda día a día las heridas de manera automática como recordándole de que esa herida no ha sanado y aún duele, y que cada año la herida crece , porque no se ha atendido adecuadamente o simplemente no saben de los beneficios de los profesionistas de la salud mental.
Hay hijos que no tienen nada que celebrar el 10 de mayo, y no son unos insensibles, simplemente no le toco una buena madre, le toco la alcohólica, la prostituta, la drogadicta, la no amada, la violada, la que vio como salida del infierno de su casa casarse, la sumisa, la no preparada para ser madre, la que abandonaron, la que no supo amar el marido...... cargan historias de dolor y por muchos años.
Lamentablemente juzgamos a estos hijos que no tienen un buen sentimiento hacia su madre, y ellos aprenden a callar, y callan hasta por vergüenza, pues en nuestra sociedad se ha idealizado el papel de las madres, a tal grado que la gran mayoría de las personas no creen que existan las madres tóxicas, que van matando poco a poco a sus hijos, pero la mala noticia es que si existen y no son pocas, y los hijos para lograr una salud mental positiva, perdonan y se retiran de su madre, y lo más importante, ellos se concentran en no repetir los patrones de conducta de su mala madre.