Judith celebra su día vendiendo en la Feria de la Primavera
EL ROSARIO._ Judith Guadalupe Madrigal Trejo creció observando el oficio de ser comerciante itinerante en las ferias por lo que, para ella, celebrar el 10 de mayo trabajando, es continuar los pasos de sus abuelos y padres.
Al tener parte de sus raíces en el municipio, cada año celebra el día de las madres trabajando en la Feria de la Primavera que se celebran en la cabecera municipal.
“Yo le ayudaba a mis abuelos antes, anteriormente nosotros vendíamos tacos, estamos hablando de que tenía 10 años, 11 años, (tengo) 45 años... Mis abuelos fueron taqueros aquí en Sinaloa y se iban fuera a trabajar en las ferias”, afirmó.
Los que iniciaron este oficio fueron sus abuelos, Dolores Aguirre y Felipe Madrigal, originarios de Cacalotán, seguidos de sus padres Jesús Manuel y Marisela, pero siempre se han dedicado a la venta de tacos por lo que ella ha buscado su camino al ofrecer antojitos.
Tras varios años la feria le dio la oportunidad de conocer a su ahora esposo Pedro Salas, quien también se dedica a la feria y con quien formó una familia con tres hijos.
“Yo lo conocí a él (esposo) en Durango... Es de Puebla, me lo robé porque me lo traje para acá, ya tenemos, este año hacemos 27 años de casados”, dijo.
Entre risas, cita, que tal ha sido esta fiesta parte de su vida que hace 23 años en el marco de las máximas fiestas de los rosarenses se alivio de su segunda hija pues el doctor le había dicho que el parto tendría lugar hasta el 11 de mayo por lo que decidió acudir a trabajar como era costumbre.
Con evidente gratitud, refirió que este trabajo le ha dado muchas satisfacciones pero destacó el poder darle estudio a sus hijos con venta de comida, elotes, hot cakes, papas, principalmente.
“A mi me fascina mi trabajo, yo amo mi trabajo. ¿Por qué?, porque me ha dado para que mis hijos salgan adelante, yo tengo tres hijos”, expuso.
Expuso que antes de ser mamá le tocó recorrer varios estados, pero al llegar su primer hija al kínder decidió sólo trabajar las ferias dentro de la entidad, pues llegó a ir a estados como Sonora, Guadalajara, Nayarit y Colima.
Detalló que lo mejor que les puede dejar es el estudio por lo que su hija mayor Fanny, es Bióloga Pesquera, su segunda hija Nayely, estudia Enfermería, y el más pequeño Pedro cursa Ingeniería Naval.
Ya que sostuvo que no es fácil el oficio, pues las estadías van desde tres a 15 días, lo que implica que las dificultades van desde donde bañarse, hacer sus necesidades fisiológicas hasta el comer o dormir.
A pesar de ser un oficio noble, reconoce que tienen que hacer ahorros para hacer frente a los eventos donde no hay ventas que permitan recuperar difícilmente la inversión.
No obstante no se inmuta, pues los días que no hay feria, por la situación actual del estado, está como alternativa el vender papitas en lo semáforos del puerto de Mazatlán.