Amigo lector de Noroeste, México es un país de gente trabajadora, honesta y leal, eso me comentaban mis ancestros, pero a como va la cosa, este país lo podemos echar a perder, los jóvenes (no todos) ya no quieren trabajar, quieren vivir de lo que no han ganado, se están volviendo “atenidos”.
Esto y muchas cosas más lo comentaban, cuánta razón tenían esos “viejos”, y si a eso le agregamos el derroche no productivo, a dónde va el país, nomás imagínese, a los que se les da dinero, obras en demasía (autoridades, becas “sin revisión de la productividad”, etcétera), el día, que no les sea suficiente qué le depara a este gran país, no se necesita ser adivino, para saber que nada bueno nos espera.
Pues bien, este estrés al que es sometida la sociedad, deriva en la producción de hormonas que de momento son buenas, pero a las cuarenta y ocho horas o menos esto trae consecuencias en la armonía del buen vivir, donde el sistema cardiovascular es uno de los más afectados.
Conforme el individuo va envejeciendo también el funcionamiento orgánico se deteriora, y si este no se trata y no se toman las medidas preventivas necesarias el deterioro será mayor y con mayor sintomatología. Una de las principales funciones del sistema cardiovascular es el transporte de sangre y todos los elementos que esta contiene (cosas buenas y malas).
Este líquido (sangre) es un tejido que hace que las células del cuerpo funcionan normalmente, garantizando que están nutridas y calientes, en un entorno constante. Su color rojo proviene de los eritrocitos que flotan en el plasma, la parte líquida de la sangre. Estas células transportan oxígeno allí donde se necesita, mientras el plasma transporta nutrientes esenciales a las células y retira los residuos indeseados. También hay leucocitos que destruyen los gérmenes invasores antes de que causen daños.
La actividad física es la mejor medicina preventiva, no solo para el sistema cardiovascular, sino para todo el cuerpo (órganos y sistemas). Cuando se realiza actividad física de tipo aeróbico (no canse, no duela, no fatigue), sea de manera lúdica (que le guste), sea periódica (mínimo cuatro veces a la semana), no se descanse más de cuarenta y ocho horas seguidas, se realice entre 20 y 90 minutos diarios.
El ejercicio anaeróbico se puede indicar, y este lo ideal es saber combinar lo anaeróbico con lo aeróbico, en lo personal yo indico cinco días de aeróbico por dos de anaeróbico, estos dos días son separados.
Siempre estarse moviendo, ya que actividad física es todo trabajo muscular con gasto de energía (cualquier tipo de movimiento es válido).
Otro factor importante para el sistema cardiovascular es la alimentación, esta debe ser los más natural posible, y lo menos manipulada por el hombre. El hombre es omnívoro, debe de comer de todo, pero con calidad y en cantidad, para esto se tiene al profesional en nutrición y/o a la “cocinera”, deje las comidas rápidas en paz, mínimo dese tiempo suficiente para ingerir sus alimentos, en forma general 60 a 80% de origen vegetal y 20 a 40% de origen animal, siempre tener en cuenta que las cantidades de nutrientes puede variar de acuerdo a la actividad física realizada.
Bien, también desde esta columna le invitamos a no bajar la guardia, siga cuidándose, recuerde que la enfermedad no se ha ido, sigue presente, no le dé tregua y haga caso a las medidas preventivas que el Sector Salud indica, usted vale mucho, cuídese y cuide a los suyos.