Fibras musculares

MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, toda actividad física, ya sea en estado vegetativo, actividades de la vida diaria o actividades deportivas, siempre van acompañadas de gasto energético, donde la energía utilizada se adquiere de los nutrientes (carbohidratos y proteínas “cuatro calorías por gramo de nutriente”, grasas “nueve calorías por gramos” y alcohol “siete calorías por gramo”).

    En esta energía sustraída de los alimentos, es necesario que se lleven a cabo diferentes acciones en mitocondria celular, para la producción de energía y otros residuos, entre estos últimos el bióxido de carbono.

    Al contar con almacenes de ATP (adenosintrifosfato) y ADP (adenosindifosfato), tanto en músculo como el hígado, al realizar trabajo muscular estos depósitos se convierten en energía, que es utilizada por las fibras musculares para su trabajo.

    Las fibras musculares se dividen en blancas, rojas e intermedias, y al músculo se le ha dividido en estriado y liso, esto fue descubierto por el investigador Ranvier, quien observó que algunos músculos del conejo tenían un color más rojo y que estos músculos se contraían con mayor lentitud y de un modo más prolongado que los músculos más pálidos del mismo animal.

    Desde entonces las denominaciones de músculos rojos y blancos se han convertido en sinónimos de contracción lenta y rápida, respectivamente. Además de un ciclo de contracción relajación más lento, los músculos rojos tienen umbrales más bajos, se tetanizan a frecuencias más bajas, se fatigan más lentamente y son más sensibles al estiramiento que los músculos blancos más rápidos.

    Las fibras musculares individuales reflejan estas diferencias del comportamiento contráctil. En investigaciones llevadas a cabo, se reveló qué diferencias histológicas y bioquímicas distinguen los dos tipos de fibras musculares y que se correlacionan con las diferencias fisiológicas entre los músculos rápido (blanco) y lento (rojo).

    Entre los dos tipos de fibras existen diferencias que las hacen tomar el nombre, por ejemplo, la fibra blanca, sus abundantes retináculos sarcoplásmicos y túbulos T situados en las uniones A-I también deberían favorecer la respuesta rápida, encargándose del transporte de las enzimas glucolíticas y de una emisión a mayor escala de iones de calcio en la vecindad de los puentes cruzados. Por el contrario, en las fibras rojas, la reducción del retináculo sarcoplásmico y la dispersión de los túbulos T son apropiadas para una respuesta más lenta.

    La inervación también es importante en el trabajo de las fibras, por ejemplo, donde hay inervación múltiple en las fibras lentas, es típico encontrar potenciales de acción pequeños y graduados, lo que los distingue de las fibras rápidas, que tienen potenciales más grandes de elevación rápida.

    La genética. La genética heredada también influye en el contenido de fibras musculares, blancas o rojas, en las fibras intermedias, cuando las actividades estimulan más a un tipo de fibra, estas intermedias funcionan más hacia ese estímulo, por ejemplo, si se realiza ejercicio, si el ejercicio es de resistencia, las fibras tenderán a ser de resistencia, pero si la actividad es de tipo anaeróbico, tenderán a ser de este tipo. Por lo tanto, un buen entrenamiento debe estar diseñado tomando varios factores, y adaptarlos al entrenamiento de cada individuo, siempre bajo el conocimiento científico de la fisio anatomía de cada entrenado.

    También desde esta columna le invitamos a no bajar la guardia, las autoridades pueden tener sus propios números, pero los contagios están al orden del día; haga caso de las indicaciones del Sector Salud, lávese las manos seguido, guarde sana distancia (metro y medio o más), use cubreboca, lentes o careta, si tiene que salir, cuídese, no salga a aglomeraciones, recuerde que USTED PUEDE LLEVAR LA MUERTE A SU CASA. Recuerde, no existen supermujeres ni superhombres. Haga caso, qué le cuesta.

    Amigo lector de Noroeste, toda actividad física, ya sea en estado vegetativo, actividades de la vida diaria o actividades deportivas, siempre van acompañadas de gasto energético, donde la energía utilizada se adquiere de los nutrientes.