Bioenergética humana

MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, el realizar acciones en la prevención de enfermedades, es tarea de todos, es cierto que las malas decisiones repercuten en la factibilidad de tener buenos resultados, por ejemplo, el gobierno puede tener buenas intenciones, pero cuando éstas no “aterrizan” en acciones sólo en eso quedan, en buenas intenciones, es por esto que, desde este espacio, le invitamos a seguir con acciones que lleven a la población a que le beneficien en su salud.

    No sea parte de la estadística de contagios, ni de muertos, de usted depende llevar acciones como no asistir a conglomeraciones, usar cubreboca, sana distancia (dos metros o más), lavado de manos seguido, uso de lentes o careta. Ahora, si ya lo sabe, por qué pone resistencia a usar las medidas preventivas, hágalo por su familia, sus amigos, usted vale mucho.

    El ser humano es una “máquina” que necesita de energía y mantenimiento, que de no cuidarse se inicia con una serie de alteraciones en el funcionamiento orgánico lo que afectará la funcionalidad de aparatos y sistemas.

    La energía puede definirse como la capacidad o habilidad para desarrollar un trabajo. Para que se desarrolle la contracción muscular, la energía química contenida en la molécula de adenosín trifosfato (ATP) se transforma en energía mecánica, desprendiéndose además de calor.

    Esta energía proviene del metabolismo de los principios inmediatos (hidratos de carbono, lípidos y proteínas) constituyentes de los alimentos. Pero la energía no puede utilizarse directamente, se almacena primero en forma de ATP, cuyos enlaces entre los dos últimos grupos fosfato son capaces de acumular energía. Cuando el ATP se rompe, se obtiene ADP (adenosín Difosfato), un grupo fosfato (P) y energía utilizable. Esta reacción es reversible, pues a partir de un grupo fosfato y ADP, aportando energía, se obtiene ATP que puede ser almacenado para cuando lo exijan las necesidades.

    El ATP sirve para llevar a cabo las funciones metabólicas basales de cualquier célula viva. Sin embargo, durante la contracción muscular, se ponen en marcha una serie de fenómenos que requieren un aporte de energía superior al basal. Como la energía basal es muy limitada, la reposición de la energía se hace por tres vías diferentes, el sistema ATP-PC o de los fosfógenos (fuente energética anaeróbica aláctica), el glucolisis anaerobio (fuente energética anaeróbica láctica) y el sistema aeróbico de la fosforilación oxidativa (fuente energética aeróbica).

    Las vías anaeróbicas para obtener ATP implican que las reacciones metabólicas se desarrollan en ausencia de O2. Se puede disponer rápidamente de ATP, pero son vías que se agotan con cierta rapidez.

    La vía aeróbica ofrece la posibilidad de metabolizar completamente los principios inmediatos en presencia de O2, se hace especialmente con la glucosa, aunque los ácidos grasos y los aminoácidos, tras algunas reacciones previas, pueden incorporarse al ciclo de los ácidos tricarboxilicos (Ciclo de Krebs), para obtener ATP. Luego entonces para que llegue la energía a las células musculares tiene que haber todo un proceso que va desde la digestión, cadena respiratoria, el ciclo de Krebs, éste a llevarse a cabo en la mitocondria, y es por esto que la ingestión de nutrientes en el individuo, principalmente el atleta debe respetarse la ingestión de alimentos con relación a la actividad física.

    También desde esta columna le invitamos a no bajar la guardia, el cursar con dificultad respiratoria, es algo estresante, esto lo evita sólo realizando las medidas de protección que el Sector Salud recomienda.

    Amigo lector de Noroeste, el realizar acciones en la prevención de enfermedades, es tarea de todos, es cierto que las malas decisiones repercuten en la factibilidad de tener buenos resultados, por ejemplo, el gobierno puede tener buenas intenciones, pero cuando éstas no “aterrizan” en acciones sólo en eso quedan, en buenas intenciones, es por esto que, desde este espacio, le invitamos a seguir con acciones que lleven a la población a que le beneficien en su salud.