"Aumentan accidentes domésticos"
Mucho tiempo libre y prolongadas estadías en casa durante las vacaciones, sin supervisión de un adulto responsable, son una mala combinación para la mayoría de los niños.
Así lo revelan las estadísticas de las salas de emergencias de clínicas y hospitales, donde la atención de urgencias médicas infantiles por accidentes en casa se duplican en los períodos vacacionales.
Los accidentes infantiles más frecuentes son: intoxicaciones, envenenamientos, quemaduras, torceduras y traumatismos, especialmente en los niños menores de 8 años.
"Los padres de familia deben mantenerse alerta a las actividades que los menores realizan, siempre bajo su cuidado a sus hijos", exhorta el doctor Natividad Salomón Medina Carrillo.
El coordinador auxiliar de Atención Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social en Sinaloa destaca que en cada caso se deben analizar los factores de riesgo que se encuentran en el entorno.
En casa, son factores de riesgo los aparatos e instalaciones eléctricas y/o de gas, escaleras, objetos tirados en el suelo, productos químicos y de limpieza, ventanas, cuchillos, medicamentos, juguetes con ruedas, entre otros.
En caso de ocurrir algún accidente, se debe acudir de inmediato al área de urgencias del hospital más cercano.
LOS RIESGOS
BEBER: La ingestión de productos tóxicos, como las sustancias cáusticas, aguarrás, entre otros solventes, así como los medicamentos que se encuentran al alcance de los niños, pueden provocar en ellos envenenamiento o intoxicación, sobre todo si está en botellas de refresco o jugo, y los más expuestos son los niños menores de 5 años de edad.
JUGAR: Los golpes y las caídas son muy frecuentes en la temporada de vacaciones, lesiones que en su mayoría son leves, del tipo de contusiones, heridas o esguinces; sin embargo, en ocasiones ocurren accidentes graves como traumatismo craneoencefálico, fracturas de extremidades y fracturas expuestas, con más frecuencia niños de 4 a 12 años de edad.
FUEGO: Otro de los percances comunes en el hogar durante las vacaciones son las quemaduras, sobre todo en menores de 4 de edad en adelante, ya sea por encender la estufa porque les da hambre y buscan prepararse la comida, o a través de los contactos eléctricos al intentar conectar la televisión o algún tipo de videojuego.
SOL: Los niños también son más susceptibles a su-frir de quemaduras de piel por exposición prolongada al Sol, ya sea durante la estancia en la playa o en actividades al aire libre, ya que su piel es más delicada que la de los adultos, hay que protegerlos evitando una sobreexposición solar y aplicándoles cremas con un alto factor de protección solar.
AGUA: Los accidentes en albercas y playas, denominados ahogamientos o asfixia por inmersión en medio líquido, se presentan en niños de todas las edades, por sumergirse en el agua sin saber nadar y sin contar con la medidas de seguridad debidas, al igual que en jóvenes y adolescentes al poco tiempo de haber comido.
JUGUETES: La obstrucción del conducto auditivo y la asfixia por introducir algún objeto pequeño a la boca o nariz, como puede ser una canica, una semilla, una pelota o una pieza pequeña de un juguete, incluso pequeños accesorios para el cabello, son otro tipo de casos de niños que llegan a las salas de urgencias.
PREVENCIÓN
La mayoría de los accidentes y casos de urgencias médicas con los niños pueden evitarse si padres de familia y adultos responsables del cuidado de los menores están al pendiente de las actividades que realizan los pequeños y en Tu Casa tomar precauciones como:
- Guardar bajo llave los productos de limpieza y medicamentos.
- Evitar guardar líquidos tóxicos en botellas de bebidas.
- Sellar con cinta adhesiva las llaves del gas.
- Restringir la entrada de los niños pequeños a la cocina.
- Mantener cerrados los accesos a la azotea, el patio y la calle.
- No dejar a su alcance recipientes que pueden ser utilizados como albercas.
- Mantener fuera de su alcance cuchillos y tijeras.
- Enseñarlos a guardar los juguetes después de usarlos.
- No permitir que corran o brinquen en las escaleras.
- No perderlos de vista mientras juegan, comen o realizan cualquier actividad.