Hoy se cumplen 8 días del inicio de las campañas electorales para la Presidencia de la República, el Senado y la Cámara Federal de Diputados. En calles y avenidas de las principales ciudades apenas se nota la propaganda, en Culiacán he visto dos cruceros con brigadistas de candidatos del frente opositor que se promueven ellos y no a Xóchitl Gálvez. En YouTube se repite la propaganda de Álvarez Máynez que desde el malecón de Mazatlán hace un llamado a “dejar atrás la vieja política”. Mientras, en varias colonias de Ahome, Guasave y Salvador Alvarado, brigadistas del Movimiento de Regeneración Nacional, sin uniforme y con afiches distintivos de elecciones pasadas, reparten un poco de volantes a media carta de los candidatos al Senado y la candidata Claudia Sheinbaum en el tradicional “barrido de colonias”.
Con inusitada lentitud, la campaña electoral comienza a ser tema en la sobremesa de las familias. Pocos ciudadanos están enterados del arranque del proceso electoral, y prácticamente nadie le da importancia al “día a día” de las candidatas y los candidatos. En este desabrido arranque, por más que se esfuercen los campañistas, la base electoral mayoritaria, conformado por el grueso de la población, siguen ocupados en lo suyo; preocupados por la seguridad en su colonia, la salud, el ingreso y las deudas de sus familias.
La casa encuestadora Covarrubias y Asociados el 4 de marzo pasado, pone a Claudia Sheinbaum con 55 por ciento de preferencias, Xóchitl Gálvez con 26 por ciento y Álvarez Máynez con apenas 5 por ciento. Enkoll en el mismo día y mes publica encuesta teniendo a Claudia con el 53 por ciento de preferencias, 29 por ciento a Gálvez y 3 por ciento a Máynez. El Financiero el 1 de marzo dejó constancia que sus encuestas dan la ventaja a la abanderada de Morena, PT y Verde con 50 por ciento de las preferencias, seguida por la candidata común del PAN, PRI y PRD con 33 por ciento y un 8 por ciento para el abanderado naranja.
El promedio de estas encuestas para Claudia es de 52.6 por ciento, 29.3 por ciento para Xóchitl y 5.3 por ciento para Máynez. Las próximas semanas serán cruciales en las aspiraciones de los opositores, si en las mediciones de abril, que reflejarán la preferencia de marzo -primer mes de campaña- el margen entre 1ero y 2do lugar no se reduce al menos en 7 por ciento, la elección se comenzará a definir.
El problema es que la campaña no prende, el país aún no entra en la discusión pública que requiere el caso. El elector común no está motivado, y solo los ciudadanos “politizados”, “polarizados” y “militantes” están participando en las discusiones propias del proceso electoral.
Si los números se mantienen, la participación el día de la elección se estará por debajo del promedio de las elecciones pasadas. Esto será un duro golpe en las aspiraciones de la oposición, porque en regímenes políticos como el nuestro, el voto duro siempre favorece al partido en el gobierno.
Mi querida amiga Leticia Clouthier, me comparte preocupada la columna de la siempre puntual Gabriela Warkentin quien escribe en El Reforma una columna titulada “Apatía o valemadrismo”. En ella, la escritora afirma que los electores jóvenes siguen apáticos y que el problema es nuestro, porque: “no supimos cómo entusiasmarlos, entusiasmarlas. Ni entender qué sí les mueve y cómo”. Coincido plenamente. Las candidatas y el candidato, están en el último tramo para convencerlos, después será demasiado tarde. Luego le seguimos...