Xóchitl en Sinaloa: más ruido que nueces
Vence en el ring, ¿pero ganará los votos?
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz vino a Culiacán el domingo con toda la viada de la agresiva estrategia política en redes sociales y la actitud contestataria que muestra frente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, no trajo la propuesta neta de las decisiones que adoptará en caso de tomar a su cargo el timón del barco nacional en labor de zozobra. Inflada la popularidad por la forma de hablar y de retar, las circunstancias no le darán muchas oportunidades para aplazar el bosquejo del proyecto de gobierno.
La mujer instalada en la conversación pública como la única con agallas, “con ovarios” como ella misma se destaca en la oposición contra López Obrador y la Cuarta Transformación, es buena esgrimista que toca al contrario sin hacerle daño. Retadora y contrincante mantiene la guardia en alto y cuidan la línea central como tesoro de la ecuanimidad. AMLO ataca y Xóchitl responde guardando los dos la precaución antes de incurrir en acciones penalizadas. El Mandatario blindado por las instituciones nacionales; la pretensa prendida con tres frágiles alfileres, PRI, PAN y PRD, que hoy la sostienen y mañana podrían dejarla caer.
Estuvo aquí y llenó las sedes de sus encuentros con simpatizantes del Frente Amplio por México y curiosos que la querían ver actuar en su papel de principal opositora de la llamada 4T, rol que la catapulta en las plataformas digitales, pero todavía no al eventual triunfo electoral en los comicios del 2 de junio de 2024. Siendo realistas, la xochitlmanía aún es frágil como pompa de jabón al no hallarse recubierta por la goma de la adecuada propuesta del cambio.
Hilarante y aguerrida, como es la mujer mexicana, no obstante que detrás se nota floja la acción prianredista que la apuntale. Recurre al léxico consuetudinario que ofende haciéndolo parte de un show del “con todo respeto pero así habla el pueblo” que en ningún momento se traduce en la visión de lo que necesita México en la eventual cuarta alternancia si es que cuaja ésta. La campaña es más a rajatabla que de propuesta disruptiva.
A Xóchitl le gusta picarles la cresta al Presidente y los amlovers, así como meterse al gallinero del Movimiento Regeneración Nacional para alborotarlo. Le ha copiado a López Obrador el modito de crear ondas de atención pública mediante el ardid donde la opinión disparada a mansalva prescinda de la razón respaldando a la palabra. Va por la siguiente ronda seductora al lanzar redes de fascinación no sólo para priistas, panistas y perredistas sino también a morenistas.
“Con el Frente Amplio le va a ir mejor. Le vamos a ayudar más a Sinaloa”, le insinúa al Gobernador Rubén Rocha Moya. “La estrategia de abrazos no balazos no sólo no ha servido sino que ha empoderado a los criminales en el país”, viene y dice en el contexto de violencia reincidente que en las horas reciente afectó al Municipio de Sinaloa con actos delictivos que desplaza de sus lugares de origen a la población pacífica, y ataques criminales como el que le quitó la vida a tres personas y dejó heridas a igual número en la cercanía con Mazatlán, por la carretera México 15.
Para atraer a los sectores económicos se engancha con la inconformidad de los grandes productores del campo que quedaron fuera del esquema de colocación de sus cosechas, a quienes les recuerda que el gobierno federal actual desmanteló los programas de atención a la labranza de la tierra, siendo los casos de Aserca y la agricultura por contrato. “¿Dónde quedó la suficiencia alimentaria si hoy producimos menos maíz, menos frijol, menos arroz?”, inquiere. Son semillas a manera de arengas que probablemente ya nunca germinen entre las ruinas dejadas por la devastadora demagogia transexenal.
En Sinaloa se notó un poco el agotamiento del recurso proselitista que ataca a López Obrador como salvoconducto para llegar a los electores. Xóchitl le cae bien a la gente; trae a flor de piel la empatía natural con el próximo, sobre todo los segmentos vulnerables que conoce en lo vivencial; sabe de los flancos débiles de los gobernantes actuales; está al tanto de los variados estados de ánimo que conviven en el País. Otra candidata a la Presidencia como ella le será difícil a la oposición diseñarla, aunque lo estructural sea un enigma. ¿Cómo le haría para sacar a México de la situación de violencia, fragmentación social, estancamiento económico, opacidad agravada en la cosa pública, sumisión del Legislativo al Ejecutivo y desmantelamiento del Poder Judicial que es el único contrapeso al totalitarismo presidencial?
Tal vez los estrategas de la equis consideren exitosa la campaña que al paso de los días se torna aburrida al fincarse en el único juego de tírenle al Presidente. A lo mejor la aspirante a la Presidencia sorprende unos de estos días a los votantes develando el gran proyecto de Nación del que ahora nada se sabe. O quizás la falta de vislumbres sobre qué México distinto propone opere para que desde el pódium amloísta gane terreno la narrativa de la continuidad y se eche por la borda la esperanza de la enésima transformación mexicana.
Porque es palabra de mujer,
Con eso nos debería bastar,
Pero más le vamos a creer,
Si dice cómo va a gobernar.
Mientras tanto, el nombre de Luis Donaldo Colosio Riojas despunta en el horizonte futurista nacional como carta que el partido Movimiento Ciudadano muestra para en caso de que al PRI, PAN y PRD se les caiga el as que es Xóchitl Gálvez y se vean obligados a jugársela con el hoy Alcalde de Monterrey para que la justicia y el sufragio reparen la deuda moral y política que México tiene con el mártir de Lomas Taurinas, aquel que iba a camino a la Presidencia de la República y le cerró el paso la mafia del poder con el magnicidio del 23 de marzo de 1994. La apuesta consiste en despertar el País “con hambre y con sed de justicia” del que habló Colosio Murrieta antes de ser asesinado.