Volver a empezar

ÉTHOS
01/02/2025 04:00
    En efecto, el rostro de Sinaloa, y de todo nuestro México, refleja desesperanza, angustia, cansancio, estrés, miedo y frustración debido a la ola de violencia e inseguridad que se desató hace meses. Si a esto le añadimos la sequía, los bajos precios del maíz y de otros productos, así como el alza en insumos y comestibles, además de la incertidumbre por la situación, el panorama se torna aún más sombrío.

    Siempre es tiempo de volver a empezar. Jamás es demasiado tarde para emprender nuevos proyectos. Ninguna puerta o etapa del tiempo está cerrada eternamente. Somos nosotros quienes ponemos límites a nuestros deseos, proyectos y aspiraciones. Aunque el tiempo no sea favorable, debemos desplegar confiadamente las velas de nuestra embarcación. La oscuridad y las tinieblas no permanecerán indefinidamente sobre nuestras cabezas.

    En efecto, el rostro Sinaloa, y de todo nuestro México, refleja desesperanza, angustia, cansancio, estrés, miedo y frustración debido a la ola de violencia e inseguridad que se desató hace meses. Si a esto le añadimos la sequía, los bajos precios del maíz y de otros productos, así como el alza en insumos y comestibles, además de la incertidumbre por la situación, el panorama se torna aún más sombrío.

    Empero, como dice un refrán: “no hay mal que dure 100 años”, por lo que debemos armarnos de valor, confianza, esperanza y resiliencia. Claro que también algunos le añaden a la sentencia otro complemento: “ni cuerpo que lo resista o tonto que lo aguante”.

    Sin embargo, aún así, la sabiduría popular nos recuerda que no hay situaciones interminables ni que se resuelvan mágicamente, y que la adversidad, problemas, crisis y dificultades llegará el momento en que cederán y el escenario se transformará, por lo que no debemos permitir que se desmoronen los cimientos de nuestra esperanza.

    En otro contexto muy diferente, el Papa Francisco dijo que atravesar la Puerta Santa en los templos en este Año Jubilar no es, tampoco, un acto mágico, sino “un signo que expresa el deseo de volver a empezar, y ésta es una hermosa sabiduría: volver a empezar, cada día volver a empezar. Siempre dando un paso adelante. El deseo de renovarse y dejar que Dios te encuentre”.

    ¿Vuelvo a empezar?