Violencia: repitiendo el fracaso

    @dayan_jacobo / Animal Politico / @Pajaropolitico
    Sin una agenda profunda de justicia transicional que incluya seguridad ciudadana y mecanismos extraordinarios de verdad y justicia con real independencia, seguiremos repitiendo el fracaso. Son procesos complejos y largos que requieren voluntad política y acuerdos de Estado.

    Las violencias continúan desatadas. Ante ello, la respuesta del Estado sigue repitiendo fórmulas del pasado, ahora revestida de propaganda y mentiras. En un repaso por eventos recientes confirmamos que el acto reflejo del gobierno se aferra a fórmulas que ya mostraron ser simulación, ineficaces y, a fuerza de repetición, cínicas.

    Un breve repaso de eventos recientes comprueba lo anterior. En Ecuador es asesinado un candidato a la presidencia, Fernando Villavicencio, que denunciaba la presencia de grupos criminales mexicanos. La impunidad y el crecimiento en México de grupos como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación pone en riesgo a la región. La respuesta del Presidente fue molestarse por afirmaciones de la DEA y negarse a hacerse cargo de su responsabilidad. Cuerpos desmembrados almacenados en hieleras y refrigeradores en Poza Rica generaron la reacción del Gobernador minimizando los hechos al desestimar las cifras y pretendiendo descargar su responsabilidad con la ya muy desgastada frase de “se matan entre ellos”. Cinco jóvenes fueron desaparecidos en Jalisco, de nuevo un evento de desaparición colectiva en el país que el Presidente reitera que ya no hay desapariciones.

    Por otra parte, el Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de la llamada Guerra Sucia comunicó que ni el Centro Nacional de Inteligencia ni Sedena ni Marina ni la FGR han aportado los documentos que la ley los obliga. Nada extraño, lo mismo señaló el GIEI para el caso Ayotzinapa. Los miembros del Mecanismo de Justicia para la Comisión de Guerra Sucia renunciaron desde hace tiempo. Todo esto ante el silencio de Alejandro Encinas quien preside ambos mecanismos (Ayotzinapa y Guerra Sucia).

    Este listado de hechos nos muestra que las respuestas de los gobiernos mexicanos ante la barbarie son las mismas: más militares, opacidad, impunidad, negación, simulación y mucha propaganda. La clase política no está dispuesta a perder el control político de la verdad y la justicia. Cuando crean mecanismos extraordinarios (Fox con la FEMOSPP y AMLO con Guerra Sucia y Ayotzinapa) no les otorgan independencia. Una vez que se desenmascara la simulación y la opacidad, responden con agresiones y descalificaciones como las que profirió el presidente al GIEI.

    Son muchos años de violencia y mucha evidencia recabada como para seguir reproduciendo fórmulas fallidas. Cualquiera de los eventos arriba descritos, o los miles más sufridos en los últimos tres sexenios, debería ser suficiente como para hacer un alto, exigir y no soltar la agenda de verdad, justicia y paz. La atención está en otro lado, las discusiones pasan furtivamente por estos temas para regresar rápidamente a la grilla política.

    Sin una agenda profunda de justicia transicional que incluya seguridad ciudadana y mecanismos extraordinarios de verdad y justicia con real independencia, seguiremos repitiendo el fracaso. Son procesos complejos y largos que requieren voluntad política y acuerdos de Estado. La clase política es renuente a todo ello. Sin presión social y presencia permanente en medios, nada cambiará: el horror seguirá profundizándose y la frágil democracia diluyéndose. Mientras, el gobierno continuará en su ebriedad ideológica.