La actividad turística es de gran importancia para la economía del municipio de Mazatlán, Sinaloa, pues aporta alrededor del 7 por ciento del Producto Interno Bruto, según datos del Codesin. La llegada de turistas, tanto nacionales como internacionales, es una constante ya casi de manera natural, atraídos por las ventajas comparativas y competitivas que ofrece el destino.
Sin embargo, los distintos actores involucrados en el turismo (iniciativa privada, gobierno y academia) están desvinculados y no hay una sinergia que promueva el desarrollo integral de la región. Por desarrollo, me refiero aquí al crecimiento económico, pero con sustentabilidad social y ambiental.
En tal sentido, el modelo de desarrollo denominado “triple hélice” ha sido exitoso en algunos destinos turísticos. Se trata de un modelo espiral de interrelaciones en el que los tres agentes mencionados arriba, unen esfuerzos para apoyar a las comunidades y aseguran el éxito de cualquier iniciativa de desarrollo regional.
Para que exista una vinculación permanente entre estos tres sectores, es necesario formar un grupo de personas que sesione de manera continua y permanente con el fin de diseñar, implementar y evaluar distintos proyectos. Este consejo que propongo en este texto, que bien podría denominarse: Consejo de Vinculación para el Desarrollo Turístico, deberá estar integrado por líderes y actores clave pertenecientes a cada sector.
En este modelo, el papel del gobierno es ser responsable del marco regulatorio y político, así como de la gestión y facilitación de recursos para proyectos productivos. Los gobiernos estatal y municipal deben apostarle a la eficacia de la administración pública como factor de competitividad, a la coordinación y capacitación de comunidades rurales. También a la formulación de políticas públicas encaminadas a la inversión y al impulso de nuevos instrumentos de financiamiento que faciliten las iniciativas.
El sector privado es el de mayor importancia, pues es el que genera la riqueza. Pero éste debe estar abierto a recibir el apoyo y asesoría de los otros dos sectores, y a su vez estar dispuesto respetar los reglamentos, a retribuir a la sociedad local mediante creación de empleos a personas con capacidades diferentes, a jóvenes, a mujeres, y a cuidar al entorno ambiental, así como otras actividades de responsabilidad social.
Las universidades son la tercera hélice que ha estado ausente en el desarrollo de la actividad turística. En la UAS por ejemplo hacemos investigación sobre turismo, pero los proyectos y sus productos han estado desarticulados de los otros sectores productivo y gubernamental. El capital humano existe, tanto en la UAS como en la UAdeO, hay investigadoras e investigadores de reconocimiento nacional e internacional.
El sector académico puede ser un importante propulsor del desarrollo turístico, pues su comunidad de profesores e investigadores pueden fungir como gestores, asesores, consultores, formadores y capacitadores de la comunidad, al ofrecerles investigación y transferencia tecnológica.
Por ejemplo, de entrada, en este Consejo de Vinculación, las universidades podríamos aportar conocimiento teórico, capacitación de personal, elaboración de estudios de mercado, diagnósticos, evaluaciones, encuestas de satisfacción de turistas, análisis de capacidad de carga, evaluaciones de impacto ambiental y de impacto social, etc. Y de manera institucional, las universidades deberán reforzar la prestación de prácticas profesionales y de servicio social, entre muchas otras actividades más.
Es cuanto...
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