La ciudadanía mostró mucha responsabilidad a la hora de emitir su sufragio. Lo habíamos vaticinado, subrayando reiteradamente nuestra absoluta confianza en la ciudadanía y se cumplieron nuestros presagios con abrumadora certeza, lo que nos llena de orgullo.

    En el cierre de las campañas de los aspirantes presidenciales, cada uno presentó sus propuestas de lo que pretendía hacer de llegar a la Presidencia de la República, cuál era su modelo de nación, qué se proponían construir para el mejoramiento de la vida de los ciudadanos. La única candidata que esbozó con rigor un programa integral de gobierno fue la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, del partido Morena, los otros dos contendientes no pasaron de repetir lugares comunes y frivolidades, como fue el caso de la candidata del prianismo.

    No nos extrañaron los discursos de cierre de campañas, porque estuvieron en el tenor de lo que observamos durante sus campañas políticas. Destacó la campaña de propuestas viables para el desarrollo del País con justicia social de Claudia Sheinbaum, quien durante su campaña tuvo un discurso bien estructurado, propositivo, sin falsas expectativas, partiendo de realidades objetivas, haciendo a un lado la demagogia y la irresponsabilidad política; nada de gato por liebre. Por eso conectó de esa manera tan estrecha con la ciudadanía, escuchando, incorporando a su programa sus demandas. Por ello también su triunfo fue contundente, porque habló claro durante su campaña, con el lenguaje de la ciudadanía. Nada de ofrecer lo irrealizable, todo partiendo de realidades objetivas, porque conoce los dolores de México y los va a afrontar con ahínco hasta solucionarlos, de eso no tenemos duda.

    La ciudadanía mostró mucha responsabilidad a la hora de emitir su sufragio. Lo habíamos vaticinado, subrayando reiteradamente nuestra absoluta confianza en la ciudadanía y se cumplieron nuestros presagios con abrumadora certeza, lo que nos llena de orgullo. Se confirma que tenemos un pueblo muy politizado, como dice nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador; se reafirmó, por parte de los ciudadanos, su irrestricto apoyo a la cuarta transformación; y se quedaron los conservadores con sus sofismas y denuestos sin fin, con sus campañas mediáticas de falsedades que estuvieron patrocinado sin ningún eco en la ciudadanía y la opinión pública mundial; se quedaron chiflando en la loma, como dice la gente.

    Y así se van a quedar siempre los conservadores y sus amanuenses a sueldo. Los ciudadanos en el País tienen plena confianza en el gobierno de la cuarta transformación; y los denuestos e infundios que esparce la derecha no tienen eco en la ciudadanía, porque ésta ve hechos que contrastan frente a la abrumadora cauda de sofismas que, día y noche, esparcen los conservadores por todos los medios de información, no escatiman tiempo y dinero tratando de denigrar al Presidente de la República y a su gobierno, que da resultados tangibles, que se ve reflejado en la economía de las mayorías. Esa es la realidad, lo otro son infundios que no inciden ante la realidad que viven los ciudadanos de todos los estratos sociales.

    Lo anterior es la razón de la popularidad del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien cada vez aumenta su nivel de aceptación y apoyo ciudadano. Después del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, no habíamos tenido un Presidente con tanto apoyo popular. Eso llena de orgullo a los mexicanos, que cuentan con un Presidente a la altura de su pueblo, que lucha con entereza y denuedo por darle satisfactores a los desposeídos, a los vilipendiados. Las calumnias le hacen lo que le hizo el viento a Juárez, el pueblo cada vez lo reconoce más, la ciudadanía es consciente de cómo su gobierno todo lo ha hecho pensando en bien de su pueblo. En eso cifra su entereza.

    La fortaleza que tiene el Presidente Andrés Manuel López Obrador es producto de su profundo interés en servir al máximo a su pueblo. Eso lo traduce en la febril actividad que desarrolla cada día, en las maratónicas visitas que durante los fines de semana hace a los estados de la Unión, supervisando obras que le preocupan queden inconclusas, quiere dejar sembrado bienestar para el pueblo en todo el territorio nacional, incluso al término de su gobierno, porque ya está a cuatro meses de terminar su mandato, pero él sigue trabajando como si fuera el primer día.

    Siempre hemos enfatizado, con absoluta certidumbre, nuestra fe en la ciudadanía y no nos hemos equivocado en nuestros augurios, porque son los ciudadanos los que dan fortaleza y hacen viables los grandes acontecimientos históricos.

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    lqteran@yahoo.com.mx

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