Vibrar con melancolía

    El programa del concierto de este jueves incluye la Sinfonía No. 6 de Tchaikovsky, que lleva el título de ‘Patética’, estrenada el 28 de octubre de 1893 en San Petersburgo, bajo la dirección del mismo compositor, quien falleció el 6 de noviembre, ocho días después.

    Este jueves 28 de noviembre, a las 17:00 horas, y el domingo 1 de diciembre, a las 12:30 horas, la OSSLA y su director titular, Eduardo García Barrios, ofrecerán un brillante concierto titulado “Entre vibraciones y melancolía”, teniendo como solista al maestro Edmundo Langner. Entrada libre.

    La primera obra que interpretarán es el Concierto para vibráfono y orquesta, del compositor brasileño radicado en Miami, Ney Rosauro, quien inició sus estudios musicales tocando guitarra, contrabajo, violín, flauta y oboe, pero cuando escuchó las percusiones en un concierto de marimba y vibráfono, se dejó seducir por la técnica moderna de las cuatro baquetas por las amplias posibilidades que se ofrece en este campo a la rítmica y explosiva música brasileña.

    El programa de este concierto incluye la Sinfonía No. 6 de Tchaikovsky, que lleva el título de “Patética”, estrenada el 28 de octubre de 1893 en San Petersburgo, bajo la dirección del mismo compositor, quien falleció el 6 de noviembre, ocho días después.

    Se especula mucho sobre esta melancólica obra, dedicada a su sobrino Vladimir Davidov. Se habla de que Tchaikovsky presentía su muerte; otros, señalan que reflejó la persecución sufrida por su orientación sexual. Incluso, el título de Patética, sugerido por su hermano Modesto, tampoco expresa la sustancia de la obra, pues sería mejor definirla como apasionada o emocional.

    Lo cierto es que a su sobrino Vladimir, a quien llamaban Bob, Tchaikovsky le compartió, el 10 de febrero de 1893, que estaba componiendo una nueva sinfonía programática: “Pero ese programa está lleno de sentimientos subjetivos y con frecuencia, mientras la componía, mis ojos se llenaron de lágrimas”.

    No se sabe si el compositor presentía su muerte, pero la sinfonía nos transmite un impulso vital que, melancólicamente, desciende y se debilita.

    ¿Percibo y transfiguro artísticamente mi melancolía?

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