Abro citando una frase del poeta inglés, y por voluntad propia, norteamericano, Edgar Guest: “Solo un padre lo da todo para allanar el camino de sus hijos, haciendo con coraje inquebrantable las cosas que su padre hizo por él. Y esta línea quiero dedicarle: Solo un padre, pero el mejor hombre”.
Hoy 18 de junio hemos arribado al centésimo sexagésimo noveno día de este 2023, año dedicado en México en recuerdo del controvertido personaje revolucionario, Francisco Villa, y por otra parte, en el calendario de días internacionales de la ONU, en esta fecha se recuerda, entre otras efemérides, la práctica de la Gastronomía Sostenible, el Rechazo al Discurso del Odio y otra más, súper importante.
La primera, con el propósito de difundir procedimientos que vengan a aminorar los daños ambientales que provoca la industria gastronómica, y de paso, alentar el consumo de materias primas regionales y orgánicas.
En el caso de la segunda conmemoración, se procura desterrar el uso del discurso del odio de la conversación social, con el obvio propósito de hacer más amable la convivencia entre los individuos y entre las naciones.
Y venga la buena y de gran justicia. Este tercer domingo del sexto mes del año, se señala como fecha para celebrar el Día del Padre, tanto en nuestro país como en otras naciones, entre ellas, Estados Unidos, Francia, Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Perú, China, India, Grecia, Filipinas, entre otras. El surgimiento del Día del Padre, tiene una historia interesante.
Resulta que William Jackson Smart, quedó viudo con seis hijos que alimentar y formar. Su hija mayor, Sonora, de 16 años, se puso al frente de la numerosa prole y admiró a su padre, por haberse entregado en cuerpo y alma a la crianza de sus hijos.
La responsabilidad paternal asumida por el señor Jackson, la pinta muy bien el periodista estadounidense Michael Levine, en la siguiente frase: “Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista”.
A Sonora, quien ya casada tomó los apellidos Smart Dodd, le pareció injusto que solo se celebrara el Día de las Madres, por lo cual, exponiendo los méritos de su papá como jefe de familia, le propuso al comité de su iglesia, que el día 5 de junio de cada año, fecha de nacimiento de su progenitor, se dedicara a celebrar el Día del Padre. Su propuesta fue aceptada, pero por cosa de tiempos y organización, se fijó como fecha de conmemoración el tercer domingo del sexto mes, ocurriendo la primera el 19 de junio de 1910, tornándose como dedicación oficial en territorio norteamericano, hasta el año 1972, por decisión del entonces Presidente Richard Nixon, lo cual también influyó para que en nuestro país tomara forma la festividad, impulsada por el sector comercial, que vio en ello, el nacimiento de una nueva oportunidad de negocio, lo cual, sin lugar a dudas, no le quita el mérito justo de reconocer la importancia de la figura paterna dentro de la familia, en su papel de proveedor, de formador, de apoyo amoroso y de emisor de la última palabra. Bueno, aunque esto último ya no tiene plena vigencia.
Sobre la trascendencia de los padres, obvio, incluyendo a mamá, el creador británico Graham Greene, escribió lo siguiente: “La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno, pero los padres no podemos apartarnos de ellos”.
Vaya pues, el afecto sincero para todos los que tenemos la fortuna de ser padres, cualquiera que sea la circunstancia, y por supuesto, el recordatorio agradecido y alegre, de los que cumplieron con su ciclo de vida y que nos heredaron, con su ejemplo, muchos o pocos adobes, para la construcción de nuestra personalidad. ¡Buenos días!