Va Gámez Mendívil a cónclave pacificador
Voto de confianza a Alcalde y Gobernador

Con la incorporación del Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, a la Mesa de Coordinación Estatal Para la Construcción de Paz, la cual preside el Gobernador Rubén Rocha Moya desde que tomó posesión del cargo, se da otro paso estratégico en las acciones conjuntas entre militares y policías para abatir los índices de violencia que de la baja que presentaban hasta agosto evolucionaron a niveles alarmantes a partir de septiembre. Esta decisión que atiende la crisis de seguridad pública significa bastante para el Municipio central y la capital de Sinaloa.

Lo principal es que los mandos nacionales y locales de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina Armada, y de la Guardia Nacional, son muy quisquillosos en cuanto a sentar en sus centros de mando a funcionarios que signifiquen posibles infiltraciones de la delincuencia. Al aceptar junto a ellos al gobernante de Culiacán es porque hallaron motivos para confiar en él y vieron ventajas tácticas al darle un asiento en el Gabinete de Seguridad de Sinaloa.

Seguramente se trata de una decisión tomada en conjunto entre Rocha Moya y el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Omar García Harfuch, y hasta pudo ser consultada con la Presidenta Claudia Sheinbaum que está al pendiente de que en estos cónclaves sólo sean involucrados servidores públicos de alta confiabilidad para blindar las decisiones que se toman, las estrategias que se definen y la integridad física de quienes participan en las definiciones.

No es casualidad que la incorporación de Gámez Mendívil suceda un día después de que Sheinbaum, durante la quincuagésima reunión del Gabinete de Seguridad Nacional celebrada en Acapulco, considerara que “si la autoridad que ha sido elegida por el pueblo no atiende personalmente el Gabinete de Seguridad todos los días, es difícil coordinar a todas las fuerzas”, teniendo resonancia de inmediato esa disposición en Sinaloa.

Gámez Mendívil había operado hasta ayer el programa de mitigación de daños de la narcoguerra mediante apoyos a sectores económicos de mayor vulnerabilidad, cercanía con los habitantes de las colonias y comunidades rurales mayormente impactadas, así como la participación de la Policía Municipal en operativos de proximidad con los culiacanenses. Ahora el Edil tendrá una silla en el centro de análisis del problema y la toma de decisiones.

¿Por qué es importante esto? Independientemente de que Rocha Moya encabeza la Mesa de Coordinación y lleva allí lo reportes que le hacen llegar todos los alcaldes, Culiacán ha sido marcado de rojo por los estrategas militares al ser el núcleo de la hostilidades en la confrontación que han sostenido durante más de 90 días los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y los de Ismael “El Mayo” Zambada García. Aquí, además de estar las sedes de los poderes legítimos, está también el principal punto logístico del Cártel.

Por el tamaño de las urbes que pagan consecuencias terribles por el choque al interior del Cártel de Sinaloa, el segundo frente de la alta y prolongada belicosidad del narco es Mazatlán, lo cual requerirá que de vez en cuando sea incluida la Alcaldesa Estrella Palacios en la Mesa de Coordinación para que presente su propio informe de hechos y conozca de primera mano las contraofensivas de la fuerza pública vinculada. Hay que recordar que en el puerto han ocurrido eventos de alto impacto como los asesinatos de ex jefes de la Policía Municipal y en esta semana el reclutamiento que hizo el narco de 31 internos de centros de rehabilitación para sumarlos a las huestes de la narcoguerra.

Por tales razones resulta decisivo que la cúpula militar recupere la confianza en alcaldes y policías de los municipios y que éstos estén a la altura de tal voto de fe. Con la colaboración de las corporaciones preventivas protegiendo lo citadino, a las actividades habituales y los bienes de la población de bien, se evita distraer a soldados, marinos y guardias nacionales de las labores de mayor envergadura. Es simple: sumando a las direcciones de seguridad municipales habrá más fuerza pública al cuidado de la ley y el orden.

Por lo menos en Culiacán se da el paso de hacer que Gámez Mendívil participe en la Mesa de Coordinación y adjunto va el buen crédito que se le otorga a la DSPyTM a su cargo. De algo sirvieron la supervisión de legalidad de las armas que utiliza la corporación y los exámenes de control de confianza aplicados a los agentes. Veremos si en los próximos días la medida da resultados en cuanto a la tranquilidad y legalidad en lo urbano, sin pasar por alto que la Policía Municipal no hace labor ni suplanta a los militares en lo que corresponde a la contención al crimen organizado.

Por lo pronto, la decisión parecer bien tomada en abono a la seguridad de Culiacán. Habrá que ver los resultados para concluir si es o no lo correcto.

Sin darle la confianza en balde,

Ni abrirle nuevas pasarelas,

A lo que invitan al Alcalde,

No es como miel sobre hojuelas.

Crónica de un golpe de timón anunciado con viraje hacia la impunidad, ayer el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa aprobó la nueva Ley Orgánica que regirá la vida interior de la casa de estudios, mostrando un vuelco brusco en comparación con la rebeldía contra dicha norma que hasta la ignominia habían mostrado los pasistas enquistados en la conducción del Alma Máter. Y una vez que retoma la Rectoría, Jesús Madueña no se anda por las ramas en lo que recibirán él y los demás uaseños indiciados por probables delitos de corrupción: el Poder Judicial retirará “las causas penales de todos, porque no voy a negociar sólo por mí, aquí estamos varios compañeros”.