Urge desintoxicar narrativas sobre mujeres y drogas

    Si vamos a hablar de drogas y prohibicionismo en América Latina, debemos discutir sobre las mujeres como uno de los grupos poblacionales más vulnerados en esta decadente y, definitivamente, fallida “guerra contra las drogas”. Las políticas y estrategias de militarización, erradicación, persecución, perfilamiento y criminalización -que en principio son pensadas para “acabar con el problema de las drogas”- implementadas en la región, han impactado negativamente en la vida de las mujeres que participan en el cultivo, tráfico y uso de sustancias psicoactivas (SPA), muchas veces acrecentado por sus contextos socioeconómicos y culturales, como la raza, la edad y la orientación sexual.

    En las últimas décadas hemos sido testigos de cómo se ha construido una narrativa estigmatizante y machista alrededor de las drogas. Estos discursos han permeado los rincones más profundos de nuestra cotidianidad. Desde el comentario de algún vecino sobre un caso de feminicidio -“si la mataron, fue porque estaba haciendo algo malo”- hasta el titular de un medio de comunicación que justifica el crimen porque se sospecha del uso de SPA la noche en que la mujer fue asesinada.

    Recordemos el caso de Lesvy Osorio, quien fue víctima de feminicidio el 3 de mayo de 2017 en las instalaciones de Ciudad Universitaria. El cuerpo de Lesvy fue encontrado con el cable del teléfono de una cabina atado a su cuello y con claros signos de violencia. Sin embargo, la narrativa que predominó en los días posteriores al hecho fue que Lesvy estaba “drogándose y alcoholizándose” y por eso decidió suicidarse. Esta hipótesis fue difundida por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México a través de Twitter y reforzada por diversos medios de comunicación.

    Este tipo de narrativas difundidas por las autoridades, además de revictimizar a las mujeres, sirven como pretexto para desviar las investigaciones y justificar ciertos actos, como la comisión de delitos o el suicidio. Y a la vez, que los medios de comunicación centren sus coberturas en esos discursos aporta a trasladar la culpa hacia las víctimas y restan a las autoridades las responsabilidades de prevenir y de investigar los hechos. En el caso de Lesvy, fue trabajo de la familia, amigas y colectivas el contrarrestar esa narrativa que desviaba la atención de lo realmente importante: esclarecer el feminicidio de Lesvy.

    Uno de los recursos más utilizados por los medios de comunicación es redactar titulares escandalosos con el objetivo de conseguir más clics. En dichos titulares, así como en el contenido de las noticias, se hace uso de adjetivos calificativos sobre el físico de las mujeres -ya sea para decir que están en decadencia o para argumentar que “su atractivo físico” es la causa de sus “males”-. Así también se hacen afirmaciones moralistas y en ocasiones violentas que abren la puerta a la discriminación, misoginia y criminalización de las mujeres que consumen SPA.

    El problema de este tipo de discursos es que no solo se quedan en las notas, reportajes o videos publicados por los diferentes medios de comunicación, sino que construyen esquemas de pensamiento y actitudes que refuerzan estereotipos sociales sobre las consumidoras de SPA. La plataforma digital de un medio de comunicación puede tener miles de vistas diarias que se traducen en miles de personas expuestas a estas narrativas que, posteriormente, se pueden convertir en discursos violentos y estigmatizantes. Esto no sólo perjudica a las víctimas sino que beneficia a las autoridades para continuar siendo omisas de sus obligaciones.

    Ante esta situación, en Elementa vimos la necesidad de generar una herramienta para influir en el cambio de narrativas periodísticas y discursivas en la generación de contenido sobre mujeres y temas relacionados con SPA. Aunque está especialmente dirigida a periodistas, es relevante para todas las personas interesadas en la investigación y cubrimiento de temas de drogas con enfoque de género. El resultado de este documento se logró gracias al análisis de trabajos periodísticos en América Latina y a la experiencia de personas de la sociedad civil y periodistas de la región que compartieron sus enseñanzas, retos y consejos con nuestra organización.

    Desintoxicando Narrativas: desafiando estereotipos sobre mujeres y drogas es un kit enfocado en presentar un análisis sobre las malas prácticas a la hora de tratar temas que involucran a mujeres y drogas, pero también dedicado a brindar herramientas asertivas y críticas con enfoque de derechos humanos, género e interseccionalidad encaminadas a las buenas prácticas.

    Con este documento (gratuito y de fácil consulta) y los esfuerzos que emanen de este, hacemos un llamado a los medios de comunicación en México, Colombia y al resto de Latinoamérica a alejarse de manera responsable y consciente de las narrativas simplistas que estigmatizan, revictimizan y criminalizan a las mujeres relacionadas con el consumo de sustancias. Y a la vez, invitar a otras organizaciones, periodistas y personas interesadas en el tema a reflexionar sobre esta situación, proponer nuevas formas de comunicar y tratar los casos de mujeres y drogas de forma responsable, ética y cuidadosa.

    Las autoras son Paula Hernández, coordinadora de Comunicación en @ElementaDDHH, y Aurora Sánchez (@aurobebe), estratega de Comunicación en México de @ElementaDDHH.

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    Animal Político @Pajaropolitico