Al momento de entrega de esta colaboración, aún no se publican los resultados de los comicios electorales de este año 2024, pero los ciudadanos han dado muestra de civismo como tal vez no se había visto en décadas.
En la casilla que me toca votar, no recuerdo una participación tan alta como la de ayer, fue una fila que hice de tres cuadras para poder llegar a la urna. Pero ya analizaremos la participación electoral en una próxima colaboración.
En esta columna mi intención es hacer un reconocimiento a los ciudadanos libres que hicieron posible esta fiesta ciudadana. Al hablar de ciudadanos libres, me refiero aquí a todas las personas que participan en un proceso electoral sin apetitos e intereses personales de dinero y/o poder. Ellas y ellos no aparecieron hoy en las primeras planas de los periódicos, ni están frente a los reflectores, tampoco dan declaraciones frente a cámaras de televisión. Pero es gracias a su compromiso y responsabilidad, que es posible la construcción de un sistema político democrático.
En primer lugar, quiero referirme a las, y los funcionarios de casillas, que desde antes de la jornada tenían la enorme responsabilidad de resguardar el material electoral. El día de ayer, antes de las 8:00 de la mañana, se despidieron de sus familias por todo un día para acudir a instalar el espacio al cual acudiríamos los ciudadanos a emitir el voto. Un domingo que bien pudieron dedicarlo al descanso y recreación, lo sacrificaron para, en su lugar, fungir como autoridad electoral y hacer valer la voluntad de sus vecinos.
En segundo lugar, el agradecimiento es para los ciudadanos que acudieron a las urnas con toda libertad para emitir su voto. El día de ayer, la verdad es que la temperatura fue muy alta, sin embargo, eso no evitó que, con toda la paciencia, las personas hicieran fila hasta llegar a la urna.
Votar es primordial porque presiona a la democracia de un país para que funcione de una manera justa y equitativa. El objetivo de una democracia es garantizar que todos cuenten con la oportunidad de elegir un candidato y votar por políticas que representen y beneficien a sus comunidades. Por ello, ¡muchas gracias ¡
A todo el personal del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (IEES), mi admiración y respeto. Ambas son instituciones que se han manejado con los principios éticos que dan legalidad, imparcialidad, certeza, objetividad e independencia a toda elección. De ello he sido testigo varias veces como Consejero Ciudadano.
Ahora bien, las y los candidatos que han sido electos para ocupar los distintos cargos de elección popular, a partir de hoy tendrán la tarea de trabajar en la construcción de un país próspero y pacífico para todos los mexicanos, independientemente del partido al que representan.
Finalmente, quiero cerrar este texto citando al ex Presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln, cuando dijo que: “una papeleta de voto es más fuerte que una bala de fusil”. Con esto invito a las y los ciudadanos de pensamiento libre, que participen siempre en todo proceso electoral de una forma u otra. La política es demasiado importante para dejársela sólo a los políticos.
Es cuanto...
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omar_lizarraga@uas.edu.mx
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