La masonería como institución formalmente estructurada se inicia en Inglaterra en 1717, expandiéndose rápidamente por toda Europa y América. En el caso de México, llegó en la segunda mitad del Siglo 18, de la mano de inmigrantes franceses asentados en la capital, quienes serían acusados y condenados posteriormente por la Inquisición católica.
El historiador Gabriel Torres Puga plantea que fueron aquellos masones franceses los precursores ideológicos de la independencia, o parte de una conspiración antimonárquica, y que trasmitieron sus ideas a través de las logias de la época a los insurgentes que se enfilaron en la Orden, entre los que figuraban Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Ignacio Allende y Vicente Guerrero.
Las fuentes no permiten afirmar la existencia de logias masónicas en México a inicios del Siglo 19, sin embargo, reconoce la posibilidad de algún tipo de trabajo masónico no registrado, debido a la naturaleza de sus reuniones, que por lo general no dejaban rastro escrito.
En México, empiezan a “salir a la luz” las logias masónicas después de la Independencia en 1821, pasa pues, de ser una organización secreta, a ser discreta. Pero no es sino hasta cien años después, cuando se instalaron las primeras logias masónicas en Sinaloa.
La masonería como institución llega en un primer momento a Mazatlán, al culminar la Revolución Mexicana. Aunque en esta guerra civil participaron activamente masones sinaloenses, ellos se iniciaron en su mayoría en la Ciudad de México y otras entidades de la república.
Hasta donde pude rastrear, la primera logia masónica instalada oficialmente en Mazatlán, fue la titulada “Mazatlán #37” la cual fue fundada el 5 de mayo de 1921. Actualmente ésta sigue activa y está jurisdiccionada, entre otras, a la Gran Logia de Sinaloa.
José Alfonso Aguilar, quien actualmente es Primer Gran Vigilante, de la Gran Logia de Sinaloa, me comenta en una entrevista, que su fundador fue el ingeniero Manuel Bonilla (1867-1957). Bonilla fue un ilustre político y periodista, muy cercano a Francisco I. Madero. Como político fue fundador del Club Antirreleccionista, y como periodista, tuvo un tiempo a su cargo “El Correo de la Tarde”, desde el cual criticó duramente el Gobierno porfirista.
En el diario de divulgación “El arquitecto” que dirigía Eduardo Schober en los años 30 del Siglo 20, asienta que, en el mes de febrero de 1934 son fundadas también en el puerto mazatleco, las logias tituladas: “Venustiano Carranza #1”, “Sócrates #2” y “Acacia # 5”, las dos primeras siguen activas, y están jurisdiccionadas, en este caso, a la Gran Logia del Noroeste. El Dr. Raymundo Partida, máxima autoridad de esta institución, me comenta, que fue el mismo Lázaro Cárdenas del Río, quien participó en su fundación, durante una visita en el puerto. Aquí cabe decir que Lázaro Cárdenas fue iniciado como masón en Colima en el año de 1924.
La Gran Logia del Noroeste, fue la primera en permitir la membresía femenina en sus logias. Gracias al impulso y gestión de Germán Lizárraga Lizárraga, en 1991 se instala formalmente la logia “Margarita Maza de Juárez #7”, a la cual siguió “Leona Vicario #3”, entre otras. Actualmente mujeres mazatlecas acuden a estos espacios que anteriormente eran exclusivos para varones.
Otra Gran Logia centenaria en Mazatlán es la de la corriente llamada Benemérito Rito Nacional Mexicano, del cual Benito Juárez García fuera pilar importante. Hiram Abif Guzmán, miembro de la logia “Libres pensadores” de Mazatlán, me comenta que ésta Gran Logia se fundó en la Ciudad de México en el año 1826, pero llega a Sinaloa a principios del Siglo 20, y en Mazatlán tiene ya 40 años, ahora bajo el denominado Rito Nacional Independiente.
En la actualidad, hay decenas de Logias en todo el municipio de Mazatlán. A ellas pertenecen cientos de hombres y mujeres; ilustres políticos, servidores públicos, músicos famosos y destacados académicos. Trabajadores del sector público y privado, que se reúnen de manera discreta y periódica.
Después de cien años los talleres siguen siendo los mismos, las enseñanzas siguen siendo las mismas. En esencia, la masonería es la misma desde hace siglos, sólo han cambiado sus miembros, pero todos, siguen proclamando los principios de libertad, igualdad y fraternidad.
Es cuanto....