Un país para la infancia y juventud: priorizar derechos en el Plan Nacional de Desarrollo

    Mexicanos Primero Sinaloa también ha puesto énfasis en la necesidad de una educación flexible para niñas, niños y jóvenes desplazados por la violencia o en situación de movilidad constante, proponiendo un sistema nacional de reinscripción inmediata y modelos de educación acelerada que permitan recuperar aprendizajes interrumpidos.

    El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030 representa una oportunidad crucial para colocar en el centro de la agenda de gobierno los derechos de niñas, niños y jóvenes. En este proceso, contar con la participación de la sociedad civil es fundamental, ya que, desde su ámbito de experiencia y conocimiento, pueden aportar propuestas que permitan no sólo diagnosticar los desafíos actuales, sino también trazar rutas concretas para superarlos.

    Desde un enfoque colectivo, diversas organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional han impulsado la propuesta de una “República de y para niñas, niños y adolescentes”, concebida como un eje transversal en el PND. Esta iniciativa plantea tres políticas integrales articuladas en torno al ciclo de vida: Raíces del Bienestar para la primera infancia; Creciendo en Bienestar para la niñez; y Creando en Bienestar para la adolescencia. Cada una de estas políticas busca garantizar derechos fundamentales, desde la salud y la nutrición hasta la participación activa en la vida pública.

    Raíces del Bienestar se enfoca en la primera infancia, con el objetivo de asegurar un desarrollo pleno desde el embarazo hasta los 5 años, a través de servicios de salud de calidad, nutrición adecuada, entornos protectores y acceso a educación inicial. Creciendo en Bienestar busca fortalecer el desarrollo integral de niñas y niños de 6 a 11 años, priorizando la educación inclusiva, la salud física y mental, y la protección contra la violencia. Finalmente, Creando en Bienestar está dirigida a adolescentes de 12 a 17 años, promoviendo su autonomía, participación activa en la sociedad y el acceso a oportunidades para construir proyectos de vida significativos.

    El enfoque propuesto se basa en la corresponsabilidad social, promoviendo un cambio de paradigma donde el cuidado y la protección de la infancia no sean tareas exclusivas del ámbito familiar, sino un compromiso compartido por toda la sociedad. Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de contar con un sistema de información que permita dar seguimiento al desarrollo de cada niña, niño y joven, asegurando que las políticas públicas respondan de manera efectiva a sus necesidades. Este sistema facilitará la identificación de brechas y permitirá la implementación de intervenciones específicas para grupos en situación de vulnerabilidad.

    Por su parte, Mexicanos Primero Sinaloa, como integrante del Consejo Consultivo del SIPINNA Sinaloa, ha contribuido con propuestas específicas que responden a los desafíos locales en materia educativa. En primer lugar, destaca la necesidad de universalizar y fortalecer la educación inicial, haciéndola obligatoria y gratuita, con un modelo centrado en el desarrollo infantil temprano y la participación comunitaria. Esta propuesta busca cerrar las brechas de cobertura, especialmente en comunidades rurales e indígenas.

    Otro eje fundamental es la implementación de una Estrategia Nacional de Aprendizaje Socioemocional y Cultura de Paz, que aborde de manera integral la violencia escolar y el bienestar pleno de los estudiantes. Para ello, se propone la formación docente en educación socioemocional, implementación de protocolos de seguridad, así como la integración de metodologías de resolución pacífica de conflictos en los planes de estudio.

    Mexicanos Primero Sinaloa también ha puesto énfasis en la necesidad de una educación flexible para niñas, niños y jóvenes desplazados por la violencia o en situación de movilidad constante, proponiendo un sistema nacional de reinscripción inmediata y modelos de educación acelerada que permitan recuperar aprendizajes interrumpidos.

    En el ámbito de la equidad educativa, se plantea incrementar la inversión con un enfoque progresivo que priorice a las comunidades que enfrentan mayor marginación, además de reformular los programas de becas, en donde se incentive tanto la permanencia escolar, como la recuperación de aprendizajes. A esto se suma la propuesta de un programa nacional de inclusión digital, que garantice la conectividad universal y el acceso a dispositivos tecnológicos, cerrando así la brecha digital evidenciada durante la pandemia.

    Finalmente, Mexicanos Primero Sinaloa subraya la importancia de fortalecer la evaluación, la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema educativo. Se propone la creación de un sistema de monitoreo y evaluación con participación de organizaciones de la sociedad civil, así como la implementación de auditorías periódicas para garantizar la eficacia de los programas educativos. En este sentido, una de las propuestas clave es el desarrollo de una prueba estandarizada de aprendizajes, de aplicación anual a nivel nacional y estatal. Esta prueba permitirá evaluar de manera objetiva el progreso académico de las y los estudiantes, identificar áreas de oportunidad y diseñar estrategias de mejora continua en el sistema educativo.

    Estas propuestas reflejan una visión integral que reconoce la educación como un derecho habilitador y una herramienta fundamental para el desarrollo sostenible. En el PND 2025-2030, garantizar los derechos de niñas, niños y jóvenes no debe ser sólo un compromiso en el papel, sino una prioridad que se traduzca en políticas públicas efectivas y sostenibles, con la participación activa de la sociedad civil en su diseño, implementación y evaluación.