En todo el mundo, la gente revisa sus horóscopos para conocer qué es lo que les depara el día. Para algunos, es una forma de entretenimiento pueril, pero para muchos otros, representa una guía genuina de predicciones que revelan el pasado, presente, y futuro.
El mundo se encuentra en un constante cambio, y hace aproximadamente 3 mil años, los astrónomos no comprendían completamente cómo la Tierra, el Sol, y los astros navegaban a través del Universo. Los descubrimientos recientes y los avances en la ciencia han revelado que la Tierra es vasta, y como tal, el calendario de 12 meses (basado en las fases de la luna) desarrollado por los babilonios no es fehaciente.
Los antiguos babilonios creían que el Universo era geocéntrico, es decir, que todo giraba alrededor de la Tierra. En esa época, mucho se desconocía de la naturaleza de las cosas, sin embargo, se percataron de que existían patrones predecibles en el cielo nocturno. Con el fin de darle sentido a todo aquello que era ignoto, dividieron el cielo en 12 partes iguales. Cada parte fue representada por una constelación que cubría el área de 30 grados que le correspondía en la bóveda celeste. Esto resultaba idóneo, ya que las 12 distintas constelaciones eran atravesadas por el recorrido del Sol en el curso de un año y se ajustaba a su calendario de 12 meses.
Pero a este sistema se le “acabó el corrido” con la llegada del modelo heliocéntrico en el Siglo 17, y la astrología cayó en la categoría que hoy mismo ostenta, de fantasía o charlatanería.
Sin embargo, con la llegada del internet, la era New Age, y la falta de identidad de algunos de nosotros, la astrología ha vuelto con más fuerza que hace 3 mil años, lista para moldear el rumbo de la vida de millones de personas.
En el transcurso de esos 3 mil años, la Tierra ha cambiado considerablemente, no sólo gracias a la huella que ha dejado la humanidad, sino también en su relación con el resto del Universo.
Los signos zodiacales también se modificaron, para ser exacto, cambiaron para el 86 por ciento de las personas, ya que ahora son 13 signos zodiacales. La vida seguirá inmutable para la mayoría de nosotros, pero para aquellos que se enorgullecen, tatuaron, o toman decisiones basadas en su signo zodiacal, esto tal vez represente más que una pesadumbre.
Esta permuta se debe a que el firmamento estelar es radicalmente distinto a lo que la humanidad estaba acostumbrada hace más de 3 mil años, y el eje de la Tierra no se encuentra en el mismo ángulo que en aquella época.
Los astrólogos han ignorado el treceavo signo zodiacal por cientos de años, a pesar de que el Sol siempre ha atravesado Ofiuco. De hecho, el Sol atraviesa hasta 21 constelaciones a lo largo de un año, pero es más fácil y más pulcro tener 12 signos zodiacales repartidos en los 12 meses del año.
¿Aún no sabes a qué signo zodiacal perteneces?
Capricornio: enero 20 - febrero 16, Acuario: febrero 16 - marzo 11, Piscis: marzo 11 - abril 18, Aries: abril 18 - mayo 13, Tauro: mayo 13 - junio 21, Géminis: junio 21 - julio 20, Cáncer: julio 20 - agosto 10, Leo: agosto 10 - septiembre 16, Virgo: septiembre 16 - octubre 30, Libra: octubre 30 - noviembre 23, Escorpio: noviembre 23 - noviembre 29, Ofiuco: noviembre 29 - diciembre 17, Sagitario: diciembre 17 - enero 20.
¿No tienes el signo zodiacal que creías?
No te preocupes, la astrología sigue siendo un cuento de niños, una pseudociencia. No hay evidencia de que los astros, menos un signo zodiacal, tenga influencia o se correlacione con la personalidad o futuro de una persona.
Uno puede entender el atractivo de la astrología, es una paradoja agradable. Representa lo cósmico y lo personal, lo espiritual y lo lógico, lo inefable y lo concreto, lo físico y lo etéreo. También representa un alivio en épocas de incertidumbre, ya que imputamos nuestros problemas a algo que está fuera de nuestro alcance.
No obstante, la astrología representa un gran problema si recurrimos a ella para la toma de decisiones.
Hay que ser realistas, no necesitamos a la astrología en nuestras vidas, ya tenemos suficientes distractores. Necesitamos más ciencia, más certidumbre basada en datos reproducibles; necesitamos dejar la era del oscurantismo y tomar las riendas de nuestra propia vida.