Trampas digitales

    rfonseca@noroeste.com / rodifo54@hotmail.com
    ‘En los próximos años la inteligencia artificial influirá cada vez más en nuestra experiencia de la realidad...’

    Las tecnologías digitales son un eficaz instrumento que permite al ser humano agilizar innumerables tareas, como reconoce el documento del Vaticano, Hacia una presencia plena: “Las tecnologías digitales pueden incrementar nuestra eficiencia, potenciar nuestra economía y ayudarnos a resolver problemas que antes eran insolubles”.

    Además, prosigue el texto, esta “revolución digital ha extendido nuestro acceso a la información y nuestra capacidad para conectar unos con otros más allá de los límites del espacio físico”. Incluso, actividades básicas, como la educación y el trabajo, se potenciaron durante el tiempo de pandemia y pueden realizarse hoy totalmente a distancia.

    “Asimismo -se subraya- muchos países han efectuado grandes cambios en sus sistemas judiciales y legislativos, adoptando las sesiones y el voto a través de Internet como alternativa a las reuniones presenciales. La velocidad con la que se difunde la información también está cambiando el modo de operar de la política”.

    No obstante, se reconocen algunas trampas a que nos someten estos avances tecnológicos, pues, “en los próximos años la inteligencia artificial influirá cada vez más en nuestra experiencia de la realidad. Estamos asistiendo al desarrollo de máquinas que trabajan y toman decisiones por nosotros; que pueden aprender y predecir nuestros comportamientos; de máquinas que responden a nuestras preguntas y aprenden de nuestras respuestas, o que usan la ironía y hablan con la voz y las expresiones de quienes ya no están entre nosotros; de sensores que, colocados en la piel, pueden medir nuestras emociones. En esta realidad en constante evolución, quedan muchas preguntas por responder”.

    En primer lugar, aclara el documento, la “brecha digital” no se ha cubierto cabalmente, ya que muchas personas no cuentan con medios para satisfacer sus necesidades básicas (alimentos, agua, vestidos, vivienda y atención sanitaria), además del acceso a Internet.

    ¿Soy consciente de estas trampas?