El discurso de Lázaro Fernando Rodríguez, al recibir el premio Sinaloa de las Artes 2024, fue muy emotivo: “Vine al centenario porque me dijeron que aquí me entregarían un premio, un tal, Sinaloa de las Artes”, dijo en clara referencia al inicio de Pedro Páramo: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.
Lázaro Fernando es dramaturgo, creador, director, promotor y gestor de arte. Con humildad, expresó: “Llegar a este momento es sublime, es tocar el cielo, es lo más emotivo que nos puede suceder; es como concluir un primer acto de una maravillosa puesta en escena”.
Conmovido, expresó su agradecimiento al Gobierno del Estado, al ISIC y a todas las instituciones que promovieron su candidatura. De manera especial, reconoció el apoyo incondicional de su familia, de la UAS, y de tres ilustres estrategas que lo impulsaron, porque las batallas no se ganan solas: “al magnánimo hombre de bien, benefactor de las artes”, Miguel Tamayo Espinosa de los Monteros; al genial Óscar Liera, que dejó todo por regresar a su patria chica, “a generar un movimiento teatral y dramatúrgico, que tuviera su epicentro en Culiacán y nos diera identidad como región”. Finalmente, a Rodolfo, Fito, Arriaga, “quien primero fue grumete, y ahora es almirante, navegante de grandes navíos en aguas turbulentas”.
Citando a Tobías (personaje de Liera en La infamia) sobre recibir aplausos, señaló: “se siente muy raro; primero sorprende ese ruido estúpido que la gente hace con las manos, pero luego el ruido se uniforma y crece y florece como el girasol y es entonces cuando se mete el ruido ése dentro de la piel, luego te baja un escalofrío, se erizan las patillas y se siente uno importante, aunque no lo sea”.
¿Busco tocar el cielo?