TikTok es una droga: legislar para
proteger a menores de 16 años

    La evidencia científica y los precedentes legales sugieren que limitar el acceso de menores de 16 años a plataformas como TikTok es una medida necesaria para proteger su salud mental, desarrollo cognitivo y privacidad.

    Las plataformas de redes sociales como TikTok han transformado la manera en que las personas, especialmente los jóvenes, interactúan con el mundo. Sin embargo, también han planteado serias preocupaciones en términos de salud mental, desarrollo cognitivo y privacidad. En respuesta, algunos países han implementado regulaciones para limitar el acceso de menores de 16 años a estas aplicaciones.

    El uso de TikTok tiene impactos mixtos en el desarrollo social, que varían según factores como la edad, el tiempo de uso y la intención con la que se utiliza la plataforma. Algunos estudios han identificado efectos positivos y negativos. Dentro de los impactos positivos destacan el fomento de la creatividad y autoexpresión: TikTok permite a los usuarios expresarse de manera creativa a través de videos, lo que puede mejorar la confianza y habilidades sociales en algunos jóvenes. Además, el diseño de la plataforma estimula el desarrollo de habilidades técnicas como edición de video. Asimismo, TikTok puede actuar como una herramienta para construir comunidades basadas en intereses comunes, ayudando especialmente a usuarios que son tímidos o tienen dificultades para formar conexiones en persona. No obstante, dentro de los impactos negativos se encuentra el aumento de ansiedad y comparación social. El uso excesivo de TikTok puede fomentar comparaciones negativas entre usuarios, especialmente entre adolescentes, lo que puede impactar la autoestima y el bienestar emocional. Según estudios, el uso excesivo de redes sociales como TikTok se asocia con mayores niveles de ansiedad, aislamiento y síntomas de depresión. También, el diseño adictivo de la plataforma puede llevar a un uso prolongado e involuntario, reduciendo el tiempo dedicado a actividades sociales fuera de línea y al desarrollo de habilidades interpersonales directas. Por último, TikTok puede exponer a los jóvenes a desafíos riesgosos o contenido que promueva hábitos no saludables, como trastornos alimenticios o comportamientos peligrosos. Esto debido a influencers que imponen modas o estilos de vida (en el área de la salud) sin un sustento académico-científico, lo cual subraya la importancia de supervisar el contenido y educar sobre el uso responsable.

    Haciendo hincapié sobre el uso excesivo de redes sociales entre adolescentes y su relación con un incremento en los niveles de ansiedad, depresión y problemas de autoestima. TikTok, en particular, con su sistema de contenido de corta duración y altamente adictivo, fomenta patrones de comportamiento que afectan el bienestar emocional. Según un estudio publicado en JAMA Pediatrics, la exposición prolongada a este tipo de plataformas también puede interferir en el desarrollo cognitivo al reducir la capacidad de concentración y promover una gratificación instantánea en detrimento del pensamiento crítico.

    El desarrollo neurocognitivo en la adolescencia es un proceso crucial que incluye cambios significativos en áreas como la corteza prefrontal, responsable de funciones como el control de impulsos, la toma de decisiones y la regulación emocional. El uso excesivo de plataformas como TikTok puede alterar estos procesos al fomentar la dependencia de estímulos externos constantes y la reducción del tiempo dedicado a actividades que promueven habilidades cognitivas profundas, como la lectura, el aprendizaje estructurado o el pensamiento reflexivo. Además, el bombardeo constante de contenido visual y auditivo puede sobrecargar los sistemas sensoriales y cognitivos, dificultando el desarrollo de la memoria a largo plazo y la resolución de problemas complejos.

    Otro motivo para restringir el uso de estas plataformas es la preocupación por la privacidad. TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, ha sido objeto de controversias globales por su manejo de datos personales. Investigaciones han revelado que la aplicación recopila grandes volúmenes de información, incluida la ubicación del usuario, contactos y patrones de interacción. Esto plantea un riesgo particular para los menores, quienes suelen tener menos conciencia sobre cómo proteger su información personal. Cabe mencionar que esto también ocurre con otras plataformas como Facebook e Instagram.

    Algunos países ya han dado pasos concretos para abordar estos riesgos, por ejemplo: China introdujo restricciones significativas al tiempo de uso de plataformas como Douyin (la versión local de TikTok) para menores de 14 años, limitándolo a 40 minutos diarios. Francia en 2023, implementó una legislación que requiere el consentimiento de los padres para que los menores de 15 años puedan registrarse en redes sociales. Aunque no hay una legislación federal uniforme, estados como Utah y Arkansas (E.U.A.) han promulgado leyes que imponen restricciones similares. Estas medidas reflejan un creciente consenso internacional sobre la necesidad de proteger a los menores de los efectos negativos de estas plataformas.

    Prohibir o restringir el acceso a TikTok y plataformas similares para menores de 16 años no busca demonizar la tecnología, sino garantizar que su uso sea seguro y apropiado para el nivel de desarrollo de los usuarios. Una legislación proactiva podría incluir limitar el tiempo de uso diario, requerir verificación de edad y consentimiento parental, e imponer sanciones a las empresas que no protejan adecuadamente los datos de menores.

    La evidencia científica y los precedentes legales sugieren que limitar el acceso de menores de 16 años a plataformas como TikTok es una medida necesaria para proteger su salud mental, desarrollo cognitivo y privacidad. Mientras la tecnología continúa evolucionando, es fundamental que los gobiernos y las sociedades adopten un enfoque responsable que priorice el bienestar de los más vulnerables.