Temor por ataques en Medio Oriente

CONTEXTO FINANCIERO
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    Los primeros efectos del enfrentamiento (en Medio Oriente) se centran en los commodities, al proyectarse una escalada hipotética del conflicto, con preocupación por lo que podría generarse en el transporte a través de zonas controladas por Irán, en el estrecho de Ormuz. De ahí que la reacción instintiva del mercado petrolero sea de alza.

    Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil mixta en Asia, negativa en Europa y positiva en América. Los principales índices estadounidenses viraron a positivos, luego de evaluar las potenciales consecuencias de las mayores tensiones globales y a la espera de importantes datos económicos. Los indicadores, que el viernes también pasaron de negativos a positivos, marcaron su tercera alza en cuatro días de intercambios. Luego de cotizar varias jornadas en su peor nivel desde inicios de junio, el Dow Jones cerró con su mejor puntaje en poco más de una semana, el SP500 en dos semanas y el Nasdaq casi en tres.

    Sin datos locales, el mercado incorporó el conflicto entre la organización islamista Hamas e Israel como nuevo elemento de tensión geopolítica que podría afectar una región importante en la producción de petróleo. Los precios del crudo subieron, aunque luego de una destacada semana de pérdidas, además de la nueva guerra, a partir del aumento del pronóstico de demanda del insumo por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. El comportamiento del petróleo ha adquirido las últimas semanas mayor relevancia en momentos en que los bancos centrales buscan combatir la inflación, la cual de no ceder podría llevar a escenarios monetarios más restrictivos.

    En ese sentido los inversionistas asimilaron la semana pasada una nómina privada por debajo de lo esperado, aunque la nómina no agrícola mostró su mayor avance en ocho meses y superó las expectativas. Ahora los operadores esperan los precios al productor, las minutas de la última reunión de la Reserva Federal y la inflación al consumidor, que serán dados a conocer esta semana, para completar el panorama de perspectivas monetarias. Al margen, se espera el inicio de temporada de reportes corporativos trimestrales.

    En México, los índices bursátiles mejoraron su ánimo este lunes, pero no pudieron abandonar el rendimiento negativo, atentos a temas de incertidumbre tanto internacional como local. Los indicadores cayeron por tercera ocasión en cinco días de intercambios y aunque disminuyeron el ritmo de baja, quedaron en su menor nivel de 2023. El mercado incorporó que la inflación en México desaceleró nuevamente su avance anual tanto a nivel general como subyacente, quedando prácticamente en línea con lo esperado.

    Los portafolios se movieron también a la espera de datos estadounidenses como la inflación al consumidor y la confianza del consumidor y mexicanos como la producción industrial y las minutas del Banco de México. La cautela local también pudo permanecer a partir del tema de la regulación de tarifas aeroportuarias, en el que presuntamente ya se iniciaron negociaciones pero que reavivó temores sobre la seguridad jurídica para las inversiones privadas.

    En asuntos energéticos, tenemos que los precios del petróleo tuvieron su mejor ganancia diaria desde marzo, ya que el ataque más sangriento del grupo terrorista Hamás en medio siglo a Israel provocó recelo sobre el nivel de suministro y logística de transporte de crudo, ante las implicaciones que puede tener en la región ante el entramado antagonista de varias potencias petroleras en la región en un momento en que la oferta es limitada. Así, el precio del contrato de noviembre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, ganó 3.59 dólares para cerrar en 86.38 dólares, mientras que el precio contrato de noviembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 3.57 dólares para colocarse en 88.15 dólares por barril.

    Los petroprecios aumentaron después que el Gobierno de Israel declaró la guerra a Hamás e inició una ofensiva para tratar de recuperar la zona sur del país, luego que militantes palestinos del grupo armado palestino de Hamás lanzaron durante el fin de semana un ataque sorpresa contra Israel y la Franja de Gaza. De acuerdo con The Wall Street Journal, algunos funcionarios de seguridad iraníes habrían ayudado a Hamás a planificar el ataque, que dejó más de mil israelíes muertos y decenas de ciudadanos y soldados israelíes secuestrados. Ahora bien, si se confirma la participación de Irán, Estados Unidos podría verse obligado a aumentar la aplicación de sanciones a las exportaciones de crudo del país, que han regresado a los niveles anteriores a 2018 en los últimos meses.

    Los primeros efectos del enfrentamiento en estos se centran en los commodities, al proyectarse una escalada hipotética del conflicto, con preocupación por lo que podría generarse en el transporte a través de zonas controladas por Irán, en el estrecho de Ormuz. De ahí que la reacción instintiva del mercado petrolero sea de alza.

    En temas cambiarios, observamos que el peso mexicano arrancó la semana con pérdidas debido al recelo global desatado por el inició de una confrontación militar entre el gobierno de Israel y la organización paramilitar Hamás, en Palestina. De acuerdo con reportes del Banco de México, la moneda mexicana cerró ayer en 18.19 pesos por dólar en su modalidad interbancaria, con una pérdida de 2 centavos respecto a la jornada previa. En cambio, el Índice Dólar, DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, finalizó sin cambios en 106.06 unidades.

    Los inversionistas demandaron activos de refugio luego que el fin de semana el Gobierno de Israel declaró la guerra a Hamás e inició una ofensiva para tratar de recuperar la zona sur del país, luego que militantes palestinos del grupo armado palestino de Hamás lanzaron durante el fin de semana un ataque sorpresa contra Israel y la Franja de Gaza que hasta el momento ha dejado un saldo de más de mil personas muertas.

    El dólar estadounidense también se ha fortalecido por los más recientes datos de empleo en Estados Unidos que indicaron que en septiembre el nivel de contrataciones aumentó a un máximo en ocho meses, lo que podría preparar una inflación mayor a la esperada y provocar que la Reserva Federal eleve las tasas de interés antes de fin de año. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.