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"OPINIÓN"

"Subterfugios"

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    lqteran@yahoo.com.mx

     

    Se empieza a calentar el ambiente político nacional, los partidos gobernantes por un periodo de 36 años consecutivos vienen recurriendo a mil subterfugios pretendiendo desesperadamente volver al poder, lo cual se antoja sumamente difícil, dados los desastrosos gobiernos que presidieron durante el periodo de tiempo que señalamos; son demasiado audaces al intentar ignorar la memoria de los ciudadanos.

    Existe una manifiesta oposición, por parte de los sectores sociales, en permitir que vuelvan los políticos del pasado, como si todo estuviera normal, como si en la mente de los ciudadanos no pesaran sus fallidos gobiernos que encabezaron y se caracterizaron por entregar el patrimonio nacional a intereses elitistas nacionales y extranjeros; abandonaron los rubros que tenían que ver con la atención a los más humildes y capas medias de la sociedad, privatizando parte del patrimonio nacional; lo hacían desde el Gobierno y lo presumían como “reformas estructurales”, así les llamaban pomposamente a sus latrocinios.

    Hoy pagan las consecuencias de ese desastre en que convirtieron el País, no se midieron, lapidaron todo. Hacían y deshacían a su antojo, llegando al extremo de pretender privatizar el agua, no les alcanzó el tiempo, pero ya venían preparando ese fin, como hicieron con muchos otros bienes de la Nación.

    Al puerto de Veracruz -entrada de viajeros, mercancías y divisas- no les tembló la mano para concesionarlo a privados hasta por 100 años, se dice y no se cree, pero de todos sus latrocinios hay constancia; por eso muestran tanto interés por volver al Gobierno, lo cual va a estar en chino, los ciudadanos están muy despiertos en sus expectativas para el futuro, la elección 2021 lo va a dejar de manifiesto para que no haya duda.

    La oposición que forman los partidos políticos que gobernaron en el pasado tienen un futuro muy endeble, por decirlo suavemente, para competir con posibilidades reales de ganar gubernaturas y diputaciones. En ninguno de los estados donde va a haber elección tienen posibilidades de ganar una buena representación mediante el escrutinio ciudadano. La Oposición se ve sumamente gris y desangelada. Sus antecedentes de pésimos gobiernos que encabezaron son ineludibles, provocaron la furia de la ciudadanía; imposible de borrarse ese pasado aún fresco, porque en muchos casos fueron actitudes monstruosas en desdoro de la población, que fue víctima de su corruptelas y opacidades increíbles.
    En la actualidad hay un cambio notorio, no de palabra, sino de hechos, que producen satisfactores en la ciudadanía, programas sociales que buscan proteger a personas de la tercera edad, garantizar los estudios de los jóvenes, asegurar el acceso de toda la población a la salud. Se trabaja en proyectos de infraestructura, como el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería Dos Bocas y abrir una gran red de carreteras y mejorar el sistema hospitalario. Se ve, pese a la crisis económica y la pandemia, un esfuerzo por enderezar al País y encaminarlo a nuevos derroteros.

    En lo político hay un liderazgo fuerte en el Presidente, al que el pueblo siente cercano, que lo representa.

    Los ciudadanos han aprendido a discernir la verdad de la falsedad, a desoír los improperios y descalificaciones sin sustento por parte de los conservadores, a descubrir su falsedad cuando usan falsas banderas, cuando se visten de ovejas, pero traen toda la mala intención de gobernar como lobos, solamente en beneficio de los círculos de millonarios.

    De algunos intelectuales resentidos, los ciudadanos saben descubrir su retórica interesada, por lo mismo carecen de importancia para cambiar su opinión, que mantienen con convicción y entereza; han aprendido a valorar quién defiende o daña sus intereses y conocen a los políticos del pasado que dicen una cosa cuando son candidatos y hacen lo contrario cuando llegan al Gobierno.

    Considero, en mi modesta opinión, que en 2021 va a volver a vivirse la fiesta cívica del 1 de junio del 2018 y que la gran triunfadora volverá a ser la ciudadanía. Lo viene expresando de distintas maneras; los nostálgicos del pasado fingen ignorarlo, allá ellos.

    En la elección que viene, los ciudadanos se encuentran entusiastas por ejercer su sufragio con plena libertad, seguros que su voto cuenta y se va a contar bien.