Soñar...

27/04/2025 04:01
    Otro gran logro del Papa argentino fue el buscar consolidar el encuentro con representantes de otras religiones monoteístas, bajo el convencimiento del respeto hacia la libertad de culto y el fomento de la hermandad humana.

    Desde las primeras horas del Lunes de Pascua, la noticia de la muerte del Papa Francisco ha estado presente en los diferentes medios de comunicación del mundo, en virtud de su jerarquía dentro de la Iglesia católica, cuya feligresía está estimada en poco más de mil 406 millones de creyentes regados por prácticamente todos los continentes de nuestro planeta, según cálculos del propio Vaticano, sobre el año 2023.

    El encumbrado sacerdote católico argentino, cuyo nombre civil era Jorge Mario Bergoglio Sívori, trató, hasta donde se lo permitieron los rigurosos cánones conservadores de su Iglesia, ejercer un mandato papal alejado de la pompa y el lujo que caracteriza a la esfera del poder del mando católico, inclinando su misión pastoral hacia los pobres y bendiciendo a los migrantes; también, de alguna manera, realizó acciones incluyentes como el respetar la homosexualidad y procurar una mayor participación de las mujeres en la administración central de El Vaticano, todo ello, haciendo que al conservadurismo católico se le pusieran los pelos de punta.

    Otro gran logro del Papa argentino fue el buscar consolidar el encuentro con representantes de otras religiones monoteístas, bajo el convencimiento del respeto hacia la libertad de culto y el fomento de la hermandad humana.

    Cabe agregar que Bergoglio nunca se envaneció con su alta jerarquía, así lo demuestran los zapatos viejos que utilizaba y el darse el gusto del humor, como cuando la ocurrencia de Julio César Chávez de pedirle su bendición para que se le saliera “El Chamuco”, le arrancó una desparpajada carcajada.

    El Papa Francisco hizo un enorme esfuerzo físico para participar en los ceremoniales del cierre de Semana Santa y el inicio de las fiestas pascuales y lo logró, lo cual habla de su férreo carácter, para luego despedirse de este mundo. Con todos sus defectos y virtudes, Jorge Mario Bergoglio demostró ser un buen hombre. Descanse en paz.

    Y de los rasgos de humildad, de modestia, del primer Papa latinoamericano pasamos al terreno del ejercicio prepotente del poder y de la soberbia personal del Presidente Donald Trump, quien no descansa en su afán de sembrar la discordia en el mundo, por supuesto, incluyendo a nuestro País, cuya economía y finanzas no encuentran un punto de paz.

    Ante los arrebatados embates del millonario Presidente estadounidense, de alguna manera la Presidenta de México ha reaccionado con cautela, rayando en la tibieza, con cabeza fría, alega ella, a lo cual ha aparejado el proyecto estratégico denominado Plan México, entre cuyos propósitos, entre otros, está el revalorar los productos mexicanos e incentivar la industrialización y la innovación tecnología.

    En el papel, el Plan México se ve muy bien, y más cuando se habla de apoyar la educación, la investigación científica y el desarrollo de la tecnología, factores indispensables si se aspira a cambiar el panorama de un país y, justamente, en eso estriba la enorme debilidad del Plan México, ya que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador el presupuesto destinado a esos temas disminuyó drásticamente, y de hecho el recurso asignado para el desarrollo científico para el presente año es mucho menor al que se destinó hace 10 años bajo la gestión de Peña Nieto, quien asignó aproximadamente 90 mil millones de pesos contra cerca de 58 mil milliones de pesos que se contemplan para el año que corre, lo cual, indica que para hacer realidad el objetivo del Plan México hay que iniciar por ese rubro.

    Se vale soñar, indiscutiblemente, pero para ver realidades, hay que hacerlo con los pies en la tierra. ¡Buenos días!