Dentro de este caluroso mes, cuyo nombre va en honor del emperador romano Julio César, en estos días, además de mi cumpleaños, se contempla una celebración, justo hoy, día 21, dedicada al llamado el mejor amigo del hombre. Me refiero al Día internacional el perro, determinado por la ONU y llevado a cabo a partir del año 2004.
Los antropólogos, y demás escarbadores de la historia de la humanidad, consideran que la relación entre el hombre y los ahora llamados “lomitos” surgió hace alrededor de 16 mil años, cuando algunos lobos grises se acercaron a los grupos de nómadas cazadores, procurando obtener alimentos de manera fácil y la relación se acrecentó, a partir de que nuestros ancestros empezaron a establecerse de forma fija en algunos lugares.
De acuerdo a las especulaciones anteriores, se asevera que todos los canes descienden de los lobos grises, y obviamente, las cruzas genéticas han dado pie para que ahora se tengan alrededor de 354 razas diferentes de perros, de acuerdo a los registros de la Federación Cinológica Internacional. Entre las razas más populares de acompañamiento tenemos las siguientes: Husky siberiano, Golden retriever, Caniche, Pastor alemán, Yorkshire terrier, Dálmata, Boxer y Chihuahua; por supuesto, entre las clases populares, reinan los perros criollos, cuya manutención y cuidado de salud no es tan exigente como la que requieren las razas enumeradas.
La población mundial del llamado “el mejor amigo del hombre” es alta, y en promedio, alcanza los 500 millones de ejemplares, de los cuales, se calcula que el mayor número se encuentra en la siempre agitada nación de Trump, con 89 millones de chuchos. De acuerdo al Inegi, al 2021, en nuestro país había casi 44 millones de perros, destacando también que el 70 por ciento viven en situación de calle, lo cual, representa un problema de salud pública, dado el reguero de heces, orina y enfermedades que padecen que son transmisibles para el humano.
A ello se agrega que en algunos casos se integran en manadas agresivas, tanto para la fauna como para el hombre, sin que esto obste para que los canes en situación de calle, inspiren a poetas de la talla de Alberto Cortez, autor de una pieza musicalizada titulada Callejero.
El crecimiento de los perros de compañía y el lazo afectivo creciente entre estos animalitos y sus poseedores, por supuesto que no pasó de largo para la industria alimentaria canina, de tal suerte, que de acuerdo a cifras de Mordor Intelligent, agencia especializada en comestibles para mascotas, se proyecta para el 2024, una venta mundial de 96 mil millones de dólares; para nuestro país, dicha agencia estima un poco más de tres mil millones de pesos; claro, también han estado al alba otros emprendimientos para el bienestar de los peludos, como son estéticas, hospitales, centros de hospedaje temporal, accesorios y los llamados negocios “amigos de mascotas”, entre ellos hoteles y restaurantes.
En los últimos años, ha crecido la responsabilidad de los “perri dueños” en el cuidado de sus mascotas y no se digan los lazos de afecto, lo cual ha dado pauta para que dentro de las agendas políticas la protección de las animales es tema de los profesionales de la política, de tal suerte, por ejemplo, que en España hay legislación que reconoce a las mascotas como seres sintientes, con lo cual, se establece una mayor responsabilidad a sus adoptantes y en el Congreso de la CDMX, existe una iniciativa que propone que a los animales de compañía se les reconozca como miembro de una familia, confiriéndole los apellidos de la misma.
Si usted es un afortunado custodio de un ladrador, hoy tiene un motivo más, para agasajar y gratificar a su fiel o fieles compañeros. ¡Buenos días!
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osunahi@hotmail.com
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