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"Puerto Viejo"

"Se entiende..."

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    osunahi@hotmail.com

    “Y nos dieron las diez y las once y la una y las dos y las tres...” Y cumplimos ya una semana del arranque del mal llamado final de la sana distancia, sin que todavía se vea, por lo menos, una lucecita de esperanza que nos indique que vamos enfilándonos hacia la bajada de la ola de contagios que está cobrando víctimas por todos los rincones del país.

    Y no puede ser de otra manera, ya que la mayoría de la población no está atendiendo las recomendaciones básicas para evitar los contagios, como lo es el de guardar distancia, evitar las reuniones sociales, el uso del cubrebocas, y tal vez, sin hacer caso a la recomendación del lavado constante de manos y de artículos que se reciban en casa, todo lo cual, ha contribuido a elevar el número de afectados, y ante lo cual, poco o nada pueden hacer las autoridades.

    Urge que se tome conciencia sobre la importancia de las indicaciones sanitarias que nos pueden ayudar a disminuir el embate del contagio y de paso, para que no nos toque en estos tiempos en los que la demanda de apoyo médico y hospitalario se encuentra al tope. Toco madera, dijera el preciso, quien, pese a su edad y antecedentes de complicaciones cardíacas, continúa exponiendo su integridad al manejarse muy de cerca con potenciales fuentes de infección, como lo son las reuniones con ciudadanos, a lo cual, se agrega el menosprecio que manifiesta al uso del cubrebocas. Le deseamos salga airoso de su arriesgue y vayamos a otra cosa mariposa.

    A la par de la información nada agradable de la numerología acentuada de infectados por el coronavirus y los decesos provocados, cuyo ruido provoca que se soslaye el número esperanzador de los que han salido airosos del trance, ha corrido la escandalera de la llegada del futbol profesional al puerto, después de una exitosa gestión por parte del gobierno estatal que encabeza el mazatleco Quirino Ordaz Coppel.

    Desde el punto de vista de promoción turística tiene mucho sentido la acción del Gobernador de Sinaloa, ya que el futbol mexicano obtiene presencia mañana tarde y noche en la televisión mexicana, así como en otros países, de tal suerte, que el nombre de Mazatlán tendría una difusión inédita, especialmente, si el equipo representante resulta de primer nivel.

    Y claro, tamaña presencia televisiva, así como en otros medios, podría traer como consecuencia un importante flujo de turismo, para beneficio de la economía local, intención que, de concretarse, justificaría con creces lo invertido para que el nombre de Mazatlán se viera enrolado en el futbol mexicano de Primera División.

    Es una apuesta, claro, y como tal, también puede suceder que los resultados no sean acordes a lo planeado. Pero bueno, el que no arriesga no gana.

    Por otro lado, también vale comentar que este tipo de esfuerzos no solo requiere de apoyos del gobierno estatal. También exige la participación municipal y todo indica que la administración a cargo de “El Químico” Benítez tiene una respuesta positiva a ello, lo cual no está mal, ya que el tamaño del proyecto así lo exige.

    Pero en cuanto a la participación municipal, hay un gran pero que se puede convertir en un verdadero atraco para la comunidad deportiva y para la sociedad en general, ya que resulta que los flamantes directivos del futuro club le echaron el ojo a las instalaciones de la Unidad Deportiva Benito Juárez y pretenden que esta se convierta en la aportación en especie de parte del municipio, y para ello, se buscará disolver a la paramunicipal que tiene a su cargo dicho complejo para cedérselo en comodato al negocio futbolero, por lo menos, en cuanto a los espacios de futbol, albergue y gimnasio. El despojo se pretende realizar en la próxima junta de Cabildo del presente mes y de concretarse, liquidarán a una paramunicipal que ha obtenido grandes resultados reflejados en las magníficas instalaciones deportivas multidisciplinarias.

    Se entiende que proyectos como el comentado merecen apoyos, pero tampoco se trata de ponerse de tapete ante los inversionistas en perjuicio del patrimonio municipal; todo en su justa medida en un juego parejo de todos ganan. ¡Buenos días!