Todo político divide a la humanidad en dos grupos. Uno, los que le sirven de instrumentos para seguir trepando. Dos, los enemigos que se le oponen o se le pueden oponer o podrían eventualmente oponérsele (incluidos los del grupo uno). Y no hay más.
Todos conocen la obra musical que fue un éxito de taquilla: “Vaselina” (Grease, 1978), con John Travolta y Olivia Newton John, ambientada en los años 50. Pero hubo otras Vaselinas antes en los escenarios.
La Vaselina por María Yáñez -Bella Dorita- 1933 con la orquestina Crazy Boys, uno de los cuplés picantes de la época como “Poco a poco”, “Los amores de Ana”, “El ataque”, “Régimen severo”, “Rásqueme”, “El Pulverizador”, “El Tacatá”, “Me da rubor”, “Mi tururú”, “Véngase usted”, etc. Decía Boccaccio que no hay cosa deshonesta que no se pueda decir con palabras honestas y en ello el repertorio de Bella Dorita siempre fue correctísimo y sugeridor y ella educadísima al estilo de Gypsy Rose Lee (Rose Louise Hovick, 1911-1970, actriz, vedette súper pagada, pescadora, vehemente fumadora y escritora de varias novelas de misterio, su vida se retrata en el musical y la película “Gypsy”, basadas en sus propias memorias de 1957 y filmada en 1962, en 1993, en 2011 y en 2017). Gypsy fue famosa en el burlesque yanqui, años después de las vedettes españolas (sin olvidar a la gran Mae West, 1893-1980, maestra del doble sentido).
Bella Dorita (1901-2001) en los años 30’s y 40’s era la Reina indiscutible del music-hall en el Salón Pompeya y El Molino de Barcelona.
“Cualquiera sabe que la vaselina es una mezcla homogénea de hidrocarburos saturados de cadenas de más de veinticinco átomos de carbono que se obtiene de la parafina y aceites densos del petróleo. Que es hidrófoba y que el punto de ebullición está sobre los 350° centígrados.
Las abuelas saben bien que una friega de vaselina tibia alivia los dolores de espalda. Y que nada mejor para las ampollas en los pies y las grietas en las fosas nasales causadas por la alergia.
Todo el mundo sabe para qué sirve la vaselina. Salvo la Bella Dorita, que está cerca de su noche de bodas. La mamá le regaló un pote de vaselina. Dicen las viudas y las casadas que con la vaselina no se nota nada.
Pero la niña no sabe para qué es ni en qué sitio la pondrá.
No hay nada que hacerle, habrá que escuchar este cuplé de 1933: http://www.youtube.com/watch?v=bt2IRPxJerE
María La Bella Dorita Yáñez García, 1933.
Estoy muy sobresaltada
porque ya se acerca el día
que del brazo de mi novio
entraré en la vicaría.
Ya me han encargado el traje
que es de encaje y tela fina
y mamá para este viaje
me ha comprado
vaselina.
Todos me aseguran
que medida tal
es muy conveniente
para no andar mal.
Pero soy tan inocente
que no acierto a comprender
para qué es la vaselina
y en qué sitio la pondré.
Si Vd. ya lo sabe
me debe explicar
si el día de boda
se debe de usar.
Aseguran mis amigas
las viuditas y casadas
que poniendo vaselina
no se nota casi nada.
Y ayer dijo mi familia
que en el día de la boda
como nunca fue a la iglesia
que tampoco entrara toda.
Y como a la fuerza
no debe de ser
veré si con magia
la puedo meter.
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.