Construir la democracia cuesta mucho, de hecho como sociedad nos falta mucho para madurar el alcance de dicho concepto y lo que representa en la vida cotidiana, pero hoy, 6 de junio, tenemos la oportunidad de ejercer un derecho mexicano, ya pagado con la sangre, la vida, las marchas, las luchas y las protestas de ilustres connacionales.

    En 1824 se realizaron las primeras elecciones federales en el País para elegir Presidente y Vicepresidente de México. En esa ocasión, ganó Guadalupe Victoria, con el 78.95 por ciento de los votos , el segundo lugar fue para Nicolás Bravo con 21.05 por ciento.

    Desde entonces en México se ha escrito una larga y fuerte historia alrededor de balancear el ejercicio del poder, de frenar a los que se pasan, de fortalecer las garantías individuales de las que hoy gozamos.

    El 3 de julio de 1955, en Motùl, Yucatán, votó por primera vez una mujer. Este honor correspondió a Elvia Carrillo Puerto, activista que protagonizó esta lucha hasta que fue reconocido el derecho a las mujeres a votar.

    Citados solo estos dos hechos históricos, como referente, evitando intencionalmente que relatar hechos protagonizados por políticos contemporáneos y que no son menos valiosos para la estructuración de la vida democrática del país, advierta interés de opacar a los omitidos. Solo importa resaltar la gran responsabilidad de ejercer un derecho bien ganado.

    Construir la democracia cuesta mucho, de hecho como sociedad nos falta mucho para madurar el alcance de dicho concepto y lo que representa en la vida cotidiana, pero hoy, 6 de junio, tenemos la oportunidad de ejercer un derecho mexicano, ya pagado con la sangre, la vida, las marchas, las luchas y las protestas de ilustres connacionales.

    En honor a todas esas vidas...

    SAL A VOTAR, SAL A VOTAR, SAL A VOTAR, SAL A VOTAR y solo SAL A VOTAR.

    SAL A VOTAR, SAL A VOTAR, SAL A VOTAR.