La vida es un tejido entreverado de alegrías y tristezas, gozos y dolores, himnos y lamentos, panegíricos y elegías, felicidad y tragedia. Esta alternancia es representada en diversas artes: literatura, pintura, escultura, teatro y música, por citar algunas disciplinas.
Este jueves, a las 19:30 horas, y el domingo a las 12:30 horas, la OSSLA ofrecerá un excepcional concierto en el Teatro Pablo de Villavicencio, bajo la batuta del director huésped, Alexandre da Costa, quien también es solista con el violín. La entrada es gratuita con un boleto que se recoge en taquilla.
En este concierto tendremos la oportunidad de escuchar la conjunción y contraste de emociones a que nos hemos referido. La primera interpretación será la majestuosa Obertura Tannhäuser, de Richard Wagner.
Una vez exaltado nuestro ánimo con la solemnidad de la obertura, la OSSLA y el violín del director interpretarán la exquisita y melancólica Suite de la Lista de Schindler, de John Williams. ¿Quién no recuerda escenas de esta dramática película, dirigida por Steven Spielberg, que narra la vida de Óskar Schindler y sus heroicas acciones durante el holocausto?
Continúa el concierto con el Valse Kinetic, del compositor y músico canadiense, Haralabos Stafylakis, que fue un estreno mundial en la gira sudamericana que realizó la Orquesta Sinfónica de Longueuil. Posteriormente, La OSSLA y el Director violinista interpretarán la céltica danza del Concierto para Menuhim y Carignan, de André Gagnon.
Después del intermedio, se ejecutará la obra Francesca da Rímini, de Tchaikovsky. En esta magnífica y estremecedora obra se recuerda la desventurada historia de los condenados Francesca y Paolo Malatesta, a quienes encuentra Dante en el segundo círculo del infierno, condenados porque Paolo se acostó con la esposa de su hermano mayor, Giovanni, quien los descubrió y asesinó.
¿Vibro con el éxtasis y la agonía?