Rocha: Alcalde no reelecto iría a SGG
¿Édgar González al relevo de Inzunza?
Con el mismo gradualismo que caracteriza a la Cuarta Transformación en cuanto a definiciones de los cargos de alto nivel en la administración pública, el Gobernador Rubén Rocha Moya abrió más el abanico de posibles ocupantes de la Secretaría General de Gobierno al incluir a alcaldes en funciones que no lograron la reelección, apuntando los reflectores hacia el Presidente Municipal de Mazatlán, Édgar González Zataráin. Mayúscula sorpresa para quienes les creían a bolas de cristal que, ahora se ve, suelen ser oráculos embusteros.
El Gobernador suministra con cuentagotas las determinaciones de reestructuración del equipo de colaboradores, realizando desplazamientos y enroques con pinzas quirúrgicas que por extirpar tejidos podridos no vayan a causar males peores que la enfermedad a curar. Soluciona viejas decepciones con la refundación de entusiasmos. Adecúa paso a paso cauteloso en los cálculos pero tajante al momento de ejecutar. Sacude el polvo sin tumbar la repisa.
Es el estilo de los regímenes emanados del Movimiento Regeneración Nacional que responden con golpes de timón cada vez que el ejercicio del poder constitucional resulta complicado por circunstancias de distinta índole. Hacer que sobreviva la expectativa popular en razón de perfiles que reeditan la confianza, modo al que acude la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, por ejemplo al dar a conocer su Gabinete en parcialidades a través de varias conferencias de prensa.
Ayer, por el tiempo que le dedicó al tema y el énfasis que le puso, el jefe del Ejecutivo estatal dio a entender que la carta de Castro Meléndrez no es la única que guarda bajo la manga para resolver la salida de Enrique Inzunza Cázarez, quien ha sido su mano derecha y colaborador de todas las confianzas durante la primera mitad del sexenio. ¿Cuál Alcalde está en la lista de espera con las características que mencionó Rocha?
Sin duda alguna el que más se acerca a los afectos de Rocha Moya es Juan de Dios Gámez Mendívil, al que se le ha visto muy apegado a su padrino en las fechas recientes, dándole el respaldo político y moral a quien, en efecto, “tiene muchos fierros en la lumbre” al agudizarse la campaña de golpeteo por parte de los enemigos del Presidente Andrés Manuel López Obregón, que de refilón le pegan al Gobernador. Pero el primer Edil de Culiacán está ocupado.
Sin descartar a Feliciano Castro, actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, ni a otros diputados que salen o entran, el Mandatario se otorgó un amplio margen de maniobra en lo que respecta a decidir la titularidad del segundo puesto más importante del Gabinete. Algo así como un reajuste táctico ante un momento igual de estratégico para la gobernabilidad incluyente o alianza social imprescindibles.
En la Semanera de ayer el ocupante del despacho principal del tercer piso de Palacio de Gobierno dijo que se trata de algún Alcalde que no será reelecto, alentando el proceso de decantación que también deja fuera de toda posibilidad a Gerardo Vargas Landeros, que gobernará en Ahome hasta 2027. Y el único que queda, muy cercano a Rocha y con la correcta labor de unificación y control de daños que hizo tras el desastroso desempeño de Luis Guillermo Benítez Torres, es Édgar González.
El Alcalde de Mazatlán ha demostrado ser un buen operador político, atacando problemas y conflictos sin pelearse con los opositores en el intento. Medió en polémicas que involucraron a los empresarios Ernesto Coppel y Amado Guzmán, el primero por exponer el ruido causado a deshoras por la música de tambora, y el segundo por la controversial tirolesa que va desde el faro al Cerro del Vigía. Puso el manejo de la obra pública bajo la lupa de la organización anticorrupción Observatorio Ciudadano Mazatlán y, lo mejor, anuló la influencia que pudiera conservar “El Químico” en la intención del voto después de ser destituido como Presidente Municipal, haciendo que el sufragio virara a favor de Estrella Palacios, de Morena. Por eso el segmento social politizado volteó hacia Édgar González cuando Rocha abrió la posibilidad de que un Alcalde no reelecto ascienda a Secretario de Gobierno.
Aun así, cuidado con las proyecciones respecto al relevo en la SGG después de que para darse tiempo y ajustar los plazos a que alcaldes concluyan sus trienios el 31 de octubre, Rocha considera la posibilidad de que el Subsecretario de Gobierno Rodolfo Jiménez cubra temporalmente la vacante que dejará Inzunza Cázarez al integrarse a la 66 Legislatura del Senado a partir del 1 de septiembre. Nadie había previsto la eventualidad de un movimiento de esta naturaleza en el ajedrez del hijo pródigo de Badiraguato.
Entonces que no nos digan, que no nos cuenten después del impredecible enroque de ayer que desplaza a Jaime Montes Salas de la Secretaría de Agricultura y Ganadería hacia la Dirección General del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa, luego de que los conflictos en el campo se convirtieron en papa caliente para el ahomense productor de dicho tubérculo comestible. Urge, a partir de esto, calibrar todos los instrumentos de adivinación política.
En su equipo de ensueño,
Rocha quiere en Gobernación,
A quien, según en la descripción,
Tiene trazas de marismeño.
Hacía tiempo, quizá desde el cuartelazo que durante el sexenio de Francisco Labastida realizó el Ejército en Culiacán para aprehender a los jefes de las corporaciones policiacas al servicio del narco, que un Gobernador no se plantaba frente a la calma tensa que se respira en Sinaloa, ocasionada por rumores que siembran miedo para cosechar zozobras generalizadas, con el llamado que hace Rubén Rocha Moya a la población en general, incluidos los malandros, para que “no afecten esa tranquilidad, que es la que nos importa a nosotros, para eso estamos, para tratar de cuidar a las familias, a los niños, a las niñas... No quiero alarmar, no alarmas, la gente sabe también cuidarse, cuídense, no andemos con alarmas que al rato te generan mayor violencia”.
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