Rescates políticos en el plan Sinaloa 2024
Recluta Rocha a Millán hijo y Roberto Cruz
A las recientes designaciones de Juan Ernesto Millán Pietsch como Director del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, y Roberto Cruz Castro al frente del Desarrollo Urbano Tres Ríos, le brotaron preguntas a mansalva sobre qué vienen a hacer ambos personajes de la política al incorporarse a instituciones vinculadas al gobierno que preside Rubén Rocha Moya. Por si las interrogaciones obligaran a una respuesta rápida, habría sólo una: reforzar en lo estatal la estrategia del Movimiento Regeneración Nacional de sumar a quienes representen votos, así sean muy pocos, para lo que se ofrezca en la elección presidencial de 2024.
La macrooperación que en 2021 puso en marcha en Sinaloa el Presidente Andrés Manuel López Obrador, al abducir al entonces Gobernador priista Quirino Ordaz para llevárselo a las filas de la Cuarta Transformación nombrándolo Embajador de México en España, tiene un capítulo local donde todo aquel que posea algún bono comicial se sume a la estrategia morenista de retener la titularidad del Ejecutivo federal y en el plano sinaloense ganar las senadurías, diputaciones y alcaldías en juego.
Al llegar al segundo puesto más importante del Codesin, esa institución público-privada que existe para promover la competitividad y el desarrollo económico, Millán Pietsch lleva consigo mil y unas sombras y la principal consiste en ser hijo del ex Gobernador Juan Millán Lizárraga cuya influencia en la política es aún importante. Por más que ambos aleguen que cada quien actúa por su lado al margen del lazo parental, en el librito del poder sigue vigente la lógica de “dime a qué familia perteneces y te diré cuál puesto mereces”.
En sentido práctico, Millán Pietsch fue el dirigente estatal del partido Fuerza México durante el proceso electoral de 2021 que determinó que Rocha Moya sea el Gobernador. Aunque la candidata Rosa Elena Millán obtuvo solamente 12 mil 396 votos, el 1.12 por ciento del total de sufragios emitidos, optó por un comportamiento de no agresión al abanderado de Morena y Partido Sinaloense. Sin embargo, detrás de JEMP hay dos operadores atractivos para lo que viene: Pedro Haces Barba, con influencia en el sector laboral mexicano, y Juan Millán, con autoridad sobre factores y actores políticos regionales.
Aunque se desconoce la postura del presidente del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, Jorge García Félix, sobre la incorporación de Millán Pietsch, o si él determinó tal nombramiento, sería motivo de extrañeza que las dos partes, empresariado y gobierno, estén contentos con tal movimiento en el círculo de toma de decisiones del Codesin. Millán trae consigo una enorme carga política y al Codesin lo que le hace falta es despojarse de partidismos y empaparse de liderazgos y capacidades, apartidistas, para enrutar al estado hacia el crecimiento productivo.
Lo de “El Güero” Cruz resulta todavía más desconcertante. Es un personaje controversial, de escasa posibilidad de permanencia en donde lo pongan. Su accidentado paso en los partidos Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, o en el gobierno de Mario López Valdez, aguijonean la duda de para qué lo quiere Rubén Rocha al integrarlo al staff de la 4T en Sinaloa, así sea el Desarrollo Urbano Tres Ríos la paraestatal utilizada como habitual premio de consolación, más quitapesares que codiciable. Al fin y al cabo el DU3R ya lleva tres directores en los ocho meses corridos del sexenio rochista.
No obstante que Roberto Cruz puede jalar hacia Morena los votos de algunos panistas y emecistas, adhesiones imposibles de medir, posee tablas para la operación política o en su caso para desestabilizar el statu quo como lo hizo en la 62 Legislatura del Congreso del Estado al romperles la placidez parlamentaria a las bancadas contrarias al PAN, habilidades que en la elección del 2 de junio de 2024 valdrán como oro molido.
En fin, para teorizar alguna explicación que dé claridad a los desconcertados por las designaciones en el Codesin y el Tres Ríos, elucidaciones que no provienen de quien hizo los hábiles movimientos en el ajedrez futurista, se aconseja revisar las trayectorias más que los árboles genealógicos de los sujetos otra vez empoderados. Y decodificar al Gobernador Rocha que flemáticamente ha ido tejiendo la telaraña de aliados como cuando en enero se reunió en Mazatlán con Fernando Pucheta y la estructura priista de éste, invitándolo incluso a formar parte del Gabinete.
Vamos viendo. La resolución de alianzas tan complejas no puede estar reducida al análisis de los especímenes que se le suman a la 4T en Sinaloa sino al proyecto de largo aliento que arma el que tiene todos los hilos del poder en sus manos en la entidad de los once ríos. Encontrarle la cuadratura al círculo o buscarle tres pies al gato acaba siendo más una labor de ocio especulativo que de perseverancia analítica.
Que el Gobernador responda,
Qué virtudes les encontró,
Pues no por ser rebuena onda,
A Millán y Cruz reclutó.
El líder del Movimiento Ciudadano Sinaloa, Sergio Torres Félix, le cantó ayer en Mazatlán la cuenta regresiva al Alcalde Luis Guillermo Benítez, candidato idóneo en la secuencia de presidentes municipales que irán a juicio político después del que le instauró la 64 Legislatura del Congreso al Edil culichi Jesús Estrada Ferreiro. Y por si le faltara filo a la guillotina política “El Morrín” se llevó la piedra de amolar para poner a “El Químico” al ras de la navaja sacándole a relucir prepotencia, ofensas a ciudadanos, ataques a periodistas y malos manejos de recursos públicos con el caso escándalo de los 400 millones de pesos que adjudicó sin licitar para comprar 200 lámparas, con un costo de 187 mil 400 pesos cada una, “lo que cuesta un carro económico de agencia 2022”.
