Dos acontecimientos luminosos han venido a comunicar paz, alegría y esperanza a los corazones tristes, temerosos y vacilantes. A nivel mundial, la celebración de la reapertura de la Catedral de Notre Dame, en París, y a nivel local, el Tradicional Festival de Navidad que organiza y promueve Luis Armando Kuroda, en unión de diversas empresas patrocinadoras, instituciones culturales y educativas, Gobierno del Estado, Ayuntamiento y la Diócesis de Culiacán, con el lema: “Sonríe a la Blanca Navidad”.
Esa luz que ahuyenta a las tinieblas de la violencia, soledad, temor e inseguridad brilló con todo su esplendor en ambas celebraciones. Fieles, autoridades eclesiales y de Gobierno, Jefes de Estado, trabajadores de la reconstrucción, bomberos y muchísimas personas más comprometidas con la restauración de Notre Dame, se dieron cita en ese sagrado recinto para participar del júbilo de la reapertura, cinco años después del incendio que dañó el patrimonio cultural y religioso de los parisinos.
Fue impresionante la escena en que el Arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeó tres veces las pesadas puertas de la Catedral con su báculo (fabricado con madera rescatada del techo carbonizado del templo), a la vez que exclamó: “¡Notre Dame, abre tus puertas!”
El Papa Francisco envió un jubiloso mensaje (leído por el Nuncio Apostólico en Francia, Celestino Migliore), donde expresó su presencia simbólica en tan feliz acontecimiento: “Hoy, la tristeza y el luto han dado paso a la alegría, la celebración y la alabanza”.
De igual forma, fue muy emotiva y festiva la participación de todos los carros, comparsas y contingentes que desfilaron por la avenida Obregón, de Culiacán, así como la valla humana formada por niños, jóvenes y público adulto asistente, que se congregaron en gran número para aplaudir y elevar su espíritu con el gozo navideño.
¿Hago renacer la luz?