Regreso a las aulas en el mundo

    En efecto, es fundamental el regreso a clases en todos los niveles; pero los costos, vistas las experiencias en Florida y Alabama, en Estados Unidos, y otros países, como China, donde se aislaron 17 provincias ante un nuevo brote, están siendo altos. Los niños se están contagiando, por lo que autoridades y familias han decidido volver a casa a retomar las clases virtuales.

    La pandemia va para largo, los expertos, al menos algunos, hablan de que continuará en 2022 y, quizá, con cepas más contagiosas. El virus, nos han dicho los especialistas, no se irá, tendremos que aprender a vivir con él.

    Algunos países, no muchos, como Nueva Zelanda, han sabido mantenerlo al mínimo. Otros, como Estados Unidos, Brasil, India y México, seguimos con altos índices de contagio y mortandad. Se investiga intensamente en numerosas naciones, incluyendo México, qué medicamentos pueden combatirlo más eficazmente tanto en la prevención como en su tratamiento. Ya se mencionan varios, pero no hay ninguno 100 por ciento eficaz.

    En este contexto, la gente tiene que trabajar, estudiar, ejercitarse, socializar, hacer compras; en fin, tiene que seguir actuando en todos los campos. De no hacerlo, las sociedades se derrumbarían y entrarían en crisis inimaginables.

    Así pues, en efecto, es fundamental el regreso a clases en todos los niveles; pero los costos, vistas las experiencias en Florida y Alabama, en Estados Unidos, y otros países, como China, donde se aislaron 17 provincias ante un nuevo brote, están siendo altos. Los niños se están contagiando, por lo que autoridades y familias han decidido volver a casa a retomar las clases virtuales.

    No obstante la nada grata experiencia de Estados Unidos y China, los principales países europeos -nos informa el diario español El País- llegan al inicio de clases con el objetivo de garantizar la presencialidad con medidas que prevengan los contagios. En España los protocolos de seguridad serán más estrictos, pero en otros países no será obligatoria la mascarilla (como en Reino Unido -menos Escocia- y Países Bajos), la ventilación de las aulas no es obligatoria en Italia, y no reducen el número de alumnos por clase respecto a un curso prepandemia, como en Alemania o Francia. En Italia, sin embargo, obligará a los maestros a presentar un certificado Covid si no quieren ser suspendidos de empleo y sueldo. (¿Habrá en ese país maestros que, como varios ciudadanos en Mazatlán, se amparen contra la exigencia de un certificado Covid?).

    El objetivo común de los países europeos mencionados es mantener las escuelas abiertas y alcanzar la completa presencialidad. No obstante, la incertidumbre en toda Europa -dice El País- es el impacto que puede tener en las aulas la variante delta.

    Por otra parte, en América Latina, Perú reiniciará clases hasta marzo de 2022 cuando estén vacunados la totalidad de los docentes. En Colombia inició el regreso a las escuelas el pasado 8 de agosto una vez que se cumplieron “las condiciones de bioseguridad que ha definido el Ministerio de Salud y Protección Social para la comunidad educativa”. “La presencialidad para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que acceden a los colegios oficiales, es un compromiso muy importante para promover su salud mental, desarrollo integral, fortalecer los aprendizajes y la construcción de proyectos de vida”, agregó la Secretaría de Salud de Colombia. En Argentina, el 75 por ciento de sus provincias tienen alguna forma de clases presenciales, conformaron un Observatorio del Retorno Presencial a las Aulas y la plataforma Cuidar Escuelas para vigilar el proceso. En Chile, de sus 16 provincias, sólo una imparte clases presenciales por abajo del 50 por ciento, y sólo una, Aysén, cubre el 100 por ciento; las demás fluctúan entre el 60 y 90 por ciento. El 1 de agosto Brasil retomó las clases presenciales en todos los niveles de la educación, como consecuencia de una reducción del 30.7 por ciento en julio respecto de junio en la cantidad de muertes por Covid-19 y el cese del colapso hospitalario registrado entre marzo y junio en gran parte del país, que sumó 556,864 fallecidos por la pandemia. El avance de la vacunación en el sector docente fue el argumento de gobernadores e intendentes para permitir el regreso a las clases presenciales. Sin embargo, especialistas advirtieron que en septiembre podría haber un rebrote en caso de que el regreso de la comunidad educativa provoque una diseminación de la variante Delta.

    Uruguay regresó a clases presenciales de secundaria y preparatoria el pasado julio luego de que habían sido suspendidas el 23 de marzo debido a un aumento importante de casos Covid. A principios de junio, las autoridades decretaron el gradual regreso a los salones de la educación primaria. En Venezuela, seguía siendo incierto el regreso a las aulas para el período 2021-2022. En uno de los más recientes de sus anuncios, el gobernante Nicolás Maduro insinuó que en octubre podrían empezar las actividades de manera presencial, pero lo supeditó a que 60 por ciento de la población esté vacunada contra el Covid-19. En las áreas rurales de Bolivia ya hay clases presenciales, pero en las ciudades aún no, debido al bajo nivel de vacunación. Cuba retomará el curso escolar 2020-2021 el 6 de septiembre de forma presencial después de más de un año de hacerlo a distancia, si las condiciones epidemiológicas lo permiten.

    En Guatemala iniciaron este mes las clases presenciales en el sector público, tras más de un año de cierre de las escuelas e institutos debido a la pandemia del Covid-19. Honduras tenía previsto que el jueves 26 de agosto habría un regreso a las clases semipresenciales en algunos centros educativos públicos. Las escuelas de Nicaragua, con una población de más de un millón de alumnos, en ningún momento paralizaron sus clases por la pandemia durante 2020 y comenzaron normalmente el ciclo en 2021. Costa Rica combinará las clases virtuales y presenciales, pese a tener una de las tasas más bajas de contagio en América Latina.

    En fin, como vemos, prácticamente en todo el mundo hay un regreso a las clases presenciales, aunque casi en ningún caso con el 100 por ciento de los estudiantes en las aulas al mismo tiempo. Los niveles de vacunación, contagio y mortandad son muy diferentes en cada país, pero aun con todo y esas diferencias el regreso a las aulas es un hecho.