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Las tiras cómicas no sirven solamente para divertir y entretener, pueden ser también vehículo para reflexionar críticamente, remover conciencias, transmitir valores y una filosofía de vida.
Esto fue lo que hizo el dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido por Quino, creador de la famosa historieta basada en las ocurrencias de una jovencita llamada Mafalda.
Hace tiempo dedicamos otra columna a narrar el origen de esta historieta, hoy no insistiremos sobre lo mismo, sino que trataremos de ofrecer un pequeño homenaje a Quino, quien falleció ayer a los 88 años.
Mafalda es una heroína intemporal a pesar de que Quino dejó de escribir sus historietas desde el 25 de junio de 1973, porque sus tiras cómicas se siguen publicando en varias reediciones.
Fue enorme la sabiduría, ingenio e ironía que empleó Quino para ilustrar a esta pequeña. Baste recordar el contenido de algunas de sus tiras cómicas:
Mafalda expresó: “Habría que dar techo, trabajo, protección y bienestar a los pobres”. A lo que Susanita, otro de los grandes personajes de Quino, respondió: “¿Para qué tanto? Bastaría con esconderlos”.
Mafalda, recostada, leyó en un libro: “Debes seguir siempre la senda del bien”. Y ella, señaló: “Lógico... ¡Con el embotellamiento que debe haber en la autopista del mal!”
En otra ocasión, reflexionó: “Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no probamos amarnos los otros a los unos?”
Un día se acercó a su mamá, quien se estaba haciendo manicure, y le preguntó: “Mamá, ¿a los cuántos años una es vieja? La mamá le respondió: “Depende, Mafalda. En realidad, no es cuestión de años sino de mantener joven el espíritu”. Pero Mafalda volvió a preguntar: Bueno, pero y el espíritu... ¿a qué edad necesita comenzar a maquillarse?”
¿Utilizo críticamente el ingenio?