alberto.kousuke@uas.edu.mx
Después de un 2020 lleno de altibajos, los primeros lotes de la vacuna contra el coronavirus por fin han llegado. Gradualmente, más dosis estarán disponibles para el resto de la población en el próximo año.
La vacuna de Pfizer-BioNTech representa una dosis de optimismo en esta caótica pandemia, sin embargo, mucha gente aún tiene preguntas sobre los efectos que ocasionará la aplicación de esta vacuna.
Imaginemos que estamos en la época revolucionaria o en el viejo oeste, los patógenos (virus, bacterias) son los maleantes y el sistema inmune es el alguacil. Las vacunas funcionan como un afiche. El afiche contiene la foto e información del criminal, facilitando su reconocimiento. Con esta información, el alguacil puede arrestarlos o liquidarlos más eficientemente.
Las vacunas diseñadas para prevenir la Covid-19 utilizan una molécula del virus llamada ARN mensajero (mRNA, en inglés). Al aplicar la vacuna, básicamente le estamos mostrando al sistema inmune el afiche con todas las instrucciones necesarias para reconocer y destruir el coronavirus en caso de que algún día tengamos contacto con él. De esta manera, nuestro sistema inmune será capaz de destruirlo antes de que ocasione la enfermedad.
Este proceso no es inmediato, al sistema inmune le tomará unos cuantos días leer las instrucciones y generar una defensa que pueda reconocer y destruir el virus efectivamente. Técnicamente, uno no se encuentra completamente seguro inmediatamente después de recibir la vacuna.
La mayoría de las vacunas contra el coronavirus se administran en dos dosis con 3-4 semanas entre la primera y la segunda aplicación. Esto permite incrementar los niveles de anticuerpos contra el coronavirus.
La duración y progresión de este proceso varía dependiendo del individuo, no todos responderán igual a la vacuna. Aunque la mayoría de las vacunas contra el coronavirus parecen ser altamente efectivas (95 por ciento), un porcentaje de la población no responderá a ellas y no generarán inmunidad. Cinco por ciento no parece mucho, pero en una población tan grande como la nuestra, este porcentaje representa un gran número de personas.
Asimismo, debemos de considerar que los infantes y los ancianos tienen dificultades con la respuesta inmune, algunos no alcanzan los niveles de anticuerpos necesarios para lograr una protección efectiva. Lo mismo sucede con las personas con condiciones que afectan al sistema inmune como el VIH, artritis reumatoide, pacientes trasplantados, cáncer, etc.
Por otro lado, justo como sucede con todas las cosas que le metemos al cuerpo (alimentos, medicamentos, etc.), algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas a algún componente de la vacuna. En Estados Unidos, de los ~128,000 casos de personas vacunadas, sólo cinco casos presentaron reacciones alérgicas a la primera dosis de la vacuna de Pfizer.
Si has presentado alergias en el pasado después de recibir una vacuna, consulta a tu médico antes de aplicártela.
Por último y muy importante,
existen otras maneras de protegerte del Covid-19 en lo que recibes la vacuna. Utilizar cubrebocas, lavarse las manos con agua y jabón, así como mantener la distancia con las personas (fuera del hogar) son y han sido la única forma de prevenir el contagio de coronavirus.
Debemos de seguir con estas medidas por unos cuantos meses más, aún cuando ya contemos con la vacuna. A la humanidad le tomó dieciocho años erradicar la viruela (variolavirus) y veinticho años la polio (poliovirus), erradicar el coronavirus para el año 2021 habrá sido una labor titánica de científicos, personal de salud, y gobiernos.
Lo menos que podemos hacer como sociedad e individuos es seguir cuidándonos y comportarnos como adultos pensantes que recibieron algo de educación. Este año que viene, seamos más empáticos y menos egocéntricos, esta no será la última pandemia.