¿Qué buscan las mujeres en un hombre?

ENTRE COLUMNAS

    Esta pregunta ha inquietado las mentes de los hombres más brillantes en toda la historia de la humanidad. Los hombres somos mucho más sencillos, pero responder a esta pregunta en el caso de la mujer, parece ser bastante complejo.

    Según estudios analizados desde la psicología social, los varones buscamos, tanto para relaciones de corto, como de largo plazo, en primer lugar la belleza física. Y esto tiene que ver con los rasgos de fertilidad de la mujer. Para los hombres mayores las mujeres jóvenes resultan más atractivas, y para los adolescentes las mujeres mayores. Pero las mujeres son mucho más selectivas.

    El psicólogo social David Buss ha realizado numerosas investigaciones sobre lo que varones y mujeres consideran deseable y atractivo en la pareja. Ha analizado los datos procedentes de 10,000 personas pertenecientes a 44 países de todos los continentes del mundo, que respondieron a un cuestionario de 18 ítems sobre preferencias de pareja.

    En sus estudios ha encontrado que las mujeres, en mayor medida que los hombres, valoran el estatus social y los recursos económicos de una posible pareja. Pero también las mujeres de los distintos lugares del mundo valoran más que los hombres la estabilidad emocional, la educación y la inteligencia. Por su parte, los hombres prefieren en mayor medida que las mujeres, parejas con buena apariencia, salud, y con deseos de tener hijos.

    Al parecer esta diferencia entre hombres y mujeres, tiene que ver con lo que se conoce como “inversión parental”, este concepto se refiere a la cantidad de energía y tiempo invertido en tener hijos y cuidar de ellos. El género que más tiempo y esfuerzo invierte en un embarazo y en la crianza de los hijos, es también más selectiva en la pareja. En todas las culturas la mujer es quien más inversión parental hace.

    Un ejemplo de la diferencia en inversión parental nos la proporciona el experimento realizado por Clark y Hartfield. Un entrevistador atractivo (hombre o mujer, dependiendo de la condición experimental) tras realizar una pequeña encuesta a una persona de otro sexo, le preguntó: “¿quieres salir conmigo esta noche?”. En otro grupo experimental la pregunta del encuestador fue: “¿quieres venir a mi casa?”, y “¿quieres acostarte conmigo?” es la proposición hecha al tercer grupo de encuestados. A la primera incitación, el 50% de hombres y mujeres respondieron afirmativamente. A la segunda pregunta dijeron que sí el 70% de los varones y un escaso 3% de mujeres. La tercera cuestión recibió un total rechazo de las entrevistadas (0%) y un entusiasmado apoyo masculino (70%). Estas diferencias pueden atribuirse al alto coste para la mujer en caso de una mala elección de pareja.

    Por otra parte, el diferencial hace que los atributos buscados en una pareja cambien según se trate de una relación de corto, o de largo plazo. Un trabajo de Kenrick, Sadalla, Groth y Trost lo pone a prueba. Se preguntó a los participantes ¿cuál es el nivel mínimo de inteligencia de su pareja que estaría dispuesto a aceptar para salir por primera vez? La pregunta era la misma en todas las condiciones, pero variaba el tipo de relación: para tener sexo, para una pareja estable, o para un matrimonio. Tanto los hombres como las mujeres quieren a alguien que este ligeramente por encima de la media en inteligencia para una primera cita. El nivel de inteligencia exigido crece a medida que aumenta el nivel de compromiso de la relación. Sin embargo esta exigencia se desploma en el caso de una relación sexual, pero solo para los hombres. Las mujeres en todo tipo de relación exigen un mínimo nivel de inteligencia masculina.

    ¿Y en Mazatlán?

    Como científico social, me di a la tarea de hacer algunas de estas preguntas a parejas en Mazatlán, Sinaloa, como parte de una investigación en curso. En este caso a matrimonios interculturales. Tomando en cuenta elementos tanto objetivos como subjetivos, se le pidió a cada miembro de los matrimonios, que enumeraran por orden de importancia los elementos que más influyeron en la elección de pareja. Encontramos que para la mayoría de las mujeres entrevistadas ellas demandan en un hombre una combinación de capital económico (estabilidad financiera, mejor calidad de vida, status social) y capital cultural (inteligente, amable, culto, respetuoso, fiel, moderno), ligeramente dan una mayor importancia a lo económico, y al final, dan importancia al atractivo físico (alto, guapo, masa corporal, etc.).

    En conclusión, para una mujer, no es suficiente que usted sea guapo y musculoso, también tiene que ser inteligente, culto, tener recursos económicos, tener ojos sólo para ella, entre muchos requisitos más. Aun así, la fórmula no siempre será exitosa.

    Es cuanto....