Pueblos Indígenas: la agenda que sigue pendiente

ALTOPARLANTE
13/08/2024
    En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas vale la pena recalcar nueva y principalmente las violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas, así como enfatizar las desigualdades que siguen existiendo y que obstaculizan el ejercicio de derechos.

    México es reconocido como un país pluricultural, así lo dice el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sin embargo, hay una gran brecha entre este reconocimiento y el efectivo ejercicio de derechos de las personas, pueblos y comunidades indígenas que ha prevalecido históricamente en el país.

    De acuerdo con el censo del Inegi 2020, el 6.1 por ciento de la población en el país se considera indígena e integrante de alguno de los 68 pueblos indígenas reconocidos, por lo que es importante como cada año, recalcar que en toda acción pública se transversalice la perspectiva intercultural y se garantice el ejercicio de todos los derechos reconocidos a la población indígena a nivel constitucional y convencional no cómo dádivas sino como derechos.

    A inicios del sexenio que está concluyendo, uno de los mensajes recurrentes del presidente de la República fue “primero los pobres, los más olvidados” refiriéndose a las poblaciones históricamente excluidas y marginadas en el ejercicio pleno de sus derechos, en específico de los pueblos indígenas, prometiendo que serían uno de los grupos prioritarios de su gobierno.

    Ante ello, en el año 2019 se realizaron 54 foros en 27 entidades para el proceso de consulta libre, previa e informada a los pueblos indígenas y afromexicano, culminando con un documento denominado “Iniciativa de reforma Constitucional sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicano”, el cual, a 5 años de la realización de este proceso -que tuvo diversas observaciones- y a menos de dos meses de culminar el período presidencial actual, los pueblos indígenas tendrán que seguir esperando los resultados y la materialización de esta reforma.

    Es importante para algunas comunidades que se encuentran en la lucha de sus territorios que este reconocimiento se pueda dar, ya que una de las premisas de esta reforma es que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, lo cual permite el libre ejercicio de su libre determinación y autonomía, un ejercicio que aunque está reconocido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), muy poco se implementa y se respeta en México cuando se trata de la defensa de los territorios frente a los megaproyectos o políticas extractivistas que amenazan la vida y permanencia de las comunidades y pueblos indígenas.

    Al mismo tiempo, la iniciativa considera el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados, es decir, a primero contar con información sobre todo proyecto de desarrollo que se quiera implementar en sus territorios bajo procesos de consulta, donde se espera que estos no repitan patrones de simulación como se ha hecho anteriormente y donde la información que se les brinde les permita conocer las ventajas y desventajas de toda acción que se implemente en sus espacios y de las que tengan que ser parte además de obtener el consentimiento o no de parte de las comunidades.

    Desafortunadamente, a menos de dos meses del término del sexenio pareciera que se difumina la idea de que los pueblos indígenas pasen de ser sujetos pasivos históricamente a nivel constitucional a ser sujetos activos en el disfrute y exigencia de sus derechos, aunque en la realidad y desde su existencia los pueblos indígenas han sido uno de los actores principales de cambio para el reconocimiento de muchos de los derechos que hoy en día gozamos, así como de la resistencia de los pueblos como naciones originarias.

    Al mismo tiempo, valdría la pena preguntarnos hasta cuándo podremos ejercer nuestros derechos como población indígena sin tener que pelearlos, porque el hecho de que sean reconocidos constitucionalmente ciertos derechos no es un pase directo para que los proyectos extractivos e industriales dejen de operar en los territorios, sino los pueblos indígenas tendremos que seguir buscando las formas y los recursos para defenderse judicialmente contra los proyectos que les afecte.

    Por lo tanto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas vale la pena recalcar nueva y principalmente las violaciones a los derechos humanos de los pueblos indígenas, así como enfatizar las desigualdades que siguen existiendo y que obstaculizan el ejercicio de derechos. Los pueblos indígenas no sólo representan la diversidad cultural del país sino también reflejan los grandes pendientes que tiene el Estado con la historia, con el territorio y con el medio ambiente.

    * La autora Abigail Castellanos García, zapoteca–Bene xhon, es enlace de Artículo 19 (@article19mex) en Oaxaca.

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