Nos parece de mucha trascendencia el actual proceso electoral, muchos aspirantes pretenden ser favorecidos con el voto y obtener algún puesto político de los que se pondrán a escrutinio el 6 de junio que viene, de aquí a esa fecha crucial los que aspiran a un puesto de elección popular no van a dormir tranquilos pensando en el resultado electoral definitivo.

    Pensamos que existe un electorado consciente de lo que representan los partidos contendientes y sus candidatos, por lo que va a ser para los ciudadanos fácil decidir su sufragio por el candidato que los representa de la mejor manera y otorgarle su voto de confianza. Como lo ha demostrado la reciente historia política del país, los ciudadanos no se equivocan al determinar su sufragio, siempre lo hacen con mucha ecuanimidad y a favor de la democracia.

    En la presente oportunidad va a ser más fácil decidir la fórmula por la que van a sufragar pues las cosas están muy claras, están en la palestra dos opciones: la derecha, proclive a hipotecar el patrimonio nacional a intereses extranjeros -de lo cual hay incontables evidencias-; y los que defienden la soberanía nacional y a los que menos tienen, esa es la realidad del País, de la cual los ciudadanos están plenamente claros.

    No van a desperdiciar su sufragio votando por partidos políticos archiconocidos, que tienen una larga práctica no solamente de traicionar a los ciudadanos sino, además, se caracterizan por ser proclives a aliarse con los intereses extranjeros, lo cual es muy grave porque con esas actitudes se pone en riesgo la independencia nacional. En la elección del próximo 6 de junio se va a afianzar el nuevo rumbo de recuperar soberanía y sanar la vida pública. Los ciudadanos están muy despiertos, no comulgan con ruedas de molino, en la actualidad son dueños de su destino y es difícil que se les manipule, como sucedía en el pasado. El 2018 los ciudadanos abrieron un nuevo camino y por ese sendero van a caminar hasta consolidar plenamente los cambios de la cuarta transformación.

    Afortunadamente en el país existen partidos políticos nacionalistas y que en su plataforma política priorizan la soberanía nacional como una de sus funciones primogénitas, y en eso se distinguen de los partidos de la derecha, los cuales cuando han estado en el gobierno han demostrado con creces su desmedido entreguismo a intereses extranjeros, existen casos patéticos.

    La historia demuestra ampliamente que los mejores gobernantes para México han sido los que priorizan los intereses nacionales y que el patrimonio nacional se utilice en beneficio del pueblo, ahí están los hechos como testigos infalibles de lo que afirmamos; en cambio, los gobiernos de derecha han dejado pésimos recuerdos en la mente de los ciudadanos, en sus actos de gobierno omisos a los intereses populares y proclives en apoyar los intereses de las minorías plutócratas, ampliando la brecha de la desigualdad social de manera estratosférica.

    Esa opción preferencial por los pobres fue una de las razones fundamentales que llevó a los ciudadanos a dar un viraje en el rumbo del País, después de soportar 36 años de gobiernos contrarios al interés nacional y serviles de los intereses extranjeros, mediante la privatización de todo lo que tenían a su alcance. Durante ese infame periodo, la pobreza y la corrupción se incrementaron a niveles nunca vistos. Hoy la prioridad del gobierno es abatir la pobreza social que oprime a millones y elevarlos a un nivel de bienestar. Hay indicios de aciertos en las medidas que se vienen aplicando en la economía nacional, contra los pronósticos catastrofistas de la oposición de derecha, que cada vez se desespera y fracasa en boicotear al gobierno del Presidente López Obrador.

    Los ciudadanos no bajan la guardia en lograr sus metas, cada vez ven el futuro más halagüeño, contando con el firme liderazgo del constructor y esclarecido guía de hacer florecer la justicia y la democracia plena en todo el territorio nacional; de esto los mexicanos están ciertos como que se están construyendo un porvenir promisorio.