Hoy es común hablar de innovación en las organizaciones, todos quieren innovar porque es evidente que algo está pasando con los clientes y nadie se quiere quedar atrás. Las empresas quieren renovarse y es a través de la innovación como piensan enfrentar los cambios, sin embargo, parece que la actitud es más bien defensiva, porque la motiva el riesgo que viene del exterior, de los cambios en su sector, de los cambios en el entorno, etc.
Para otras organizaciones no es suficiente con resistir, es necesario tener una estrategia para crecer, para ponerse por delante, para ganar el liderazgo de su sector o de su área de influencia. Para lograrlo es necesario que la mirada se ponga en una diferenciación real y esa sólo se logra de la mano de los usuarios. Es indispensable entender al cliente a profundidad, comprender las razones de su comportamiento, los problemas que no ha resuelto a satisfacción, ahí es donde están las oportunidades y es ahí donde de ponerse el foco de la estrategia.
Posteriormente, aun cuando se conozca más al usuario, no es suficiente, es necesario trabajar en encontrar respuestas a esos retos y diseñar nuevas propuestas de valor que verdaderamente cumplan y en ocasiones sorprendan a sus clientes. De esta forma podrá ofrecerse algo que permita cumplir las expectativas de los usuarios y al mismo tiempo contar con un modelo de negocio que genere rentabilidad.
Todo esto suena muy bien y difícilmente habrá quien diga que no es su escenario ideal, el problema no está ahí, sino en desarrollar proyectos en el tiempo adecuado con recursos alcanzables. En más de una ocasión esos buenos deseos y esas grandes estrategias se conciben bien, pero se ejecutan deficientemente.
Errores comunes
Los errores más comunes en las organizaciones que quieren innovar son los siguientes:
1. Enamorarse de sus ideas sin analizar a profundidad los problemas y preferencias de sus clientes.
2. No contar con una metodología adecuada para el desarrollo de proyectos.
3. Mezclar sus equipos de la operación con los de desarrollo de proyectos.
4. No reservar tiempo específico para el desarrollo de proyectos.
5. Desarrollar proyectos sin riesgo que son más bien fruto de la inercia que de una estrategia concreta.
6. Pensar que saben lo suficiente de su sector y no considerar que desarrollar nuevos proyectos requiere de otro tipo de conocimiento.
7. Extrapolar experiencias del pasado en nuevos escenarios.
Cuando las organizaciones están decididas por emprender nuevos proyectos siguen la lógica de cualquier emprendedor con la diferencia que no lo hacen de forma independiente, sino que lo hacen desde una organización que ya funciona, que ya tiene un modelo de negocio, una estructura, un presupuesto.
Emprender dentro de una empresa tiene características diferentes, no se aplican los mismos criterios que se aplican para emprender desde cero, se requiere algo más que conocer de metodologías ágiles, se requiere de entender bien el funcionamiento de una empresa y no cometer los 7 errores comunes que comentamos anteriormente.
Emprender dentro de una empresa requiere de una estrategia, metodología y equipos específicos, de otra forma, pensar que es una continuidad de la operación provocará lentitud, falta de foco o seguir con las mismas inercias que no llevarán muy lejos de la estrategia actual.
@japeraltag
MBA por el IPADE e Ingeniero Civil por la Universidad La Salle
Profesor de ICAMI en el área de Innovación