Profesiones, pasiones y pasatiempos

14/03/2025 04:01
    Al elegir una carrera como parte de la profesión que se busca ejercer en el futuro hay cosas elementales, como el gusto y la afinidad por la actividad, la posibilidad de acceso a la escuela o universidad que oferta la carrera, las referencias profesionales que se tienen respecto a egresados de la misma profesión o similares...

    Mi hijo mayor tiene 17 años. Décadas antes, en esa misma edad, previo a salir del bachillerato, a mis compañeros y a mí nos agobiaban las mismas dudas. ¿Qué debemos estudiar? ¿Cuál será la mejor carrera? ¿Debemos elegir la que más nos guste o en la que mejor nos paguen? ¿Y si lo que nos gusta no tiene buenos salarios? ¿Y si pagan bien pero no es lo mío?

    Escribo con cariño a los hijos e hijas y los padres que están en esta difícil etapa decisional. Es una reflexión que lejos está de ser un consejo. Son ideas que podrían ayudar a poner puntos de claridad sobre el futuro siempre incierto. Al elegir una carrera como parte de la profesión que se busca ejercer en el futuro hay cosas elementales, como el gusto y la afinidad por la actividad, la posibilidad de acceso a la escuela o universidad que oferta la carrera, las referencias profesionales que se tienen respecto a egresados de la misma profesión o similares, en fin.

    Lo primero es tener clara la diferencia entre tres palabras claves: A) Profesión, B) Pasión y C) Pasatiempo. En mi generación y otras, hay muchos que las confunden. El pasatiempo es una actividad lúdica que sirve para entretenerte y divertirte, esta puede cambiar en el tiempo. A mi hijo menor le gusta tocar la guitarra, es su pasatiempo favorito, quiere formar un grupo musical con sus amigos y ensayan en un garaje como Ritchie Valens y los Lobos.

    A mí me apasionan los toros, la tauromaquia y las expresiones artísticas que se crean en su entorno. En la música los pasos dobles, en la literatura la obra de Hemingway y la poesía de Guadalupe Amor, en la pintura los trazos de Miró, Picasso y el maestro Raúl Anguiano y en la danza el folclore flamenco y la charrería como deporte nacional. Pero tengo claro que nunca seré torero, ganadero, pintor, poeta, bailarín o mozo de espadas.

    La elección de la carrera está íntimamente vinculada con la profesión que uno quiere ejercer, no se puede elegir únicamente por pasión o pasatiempo. Lo que sea que vayas a estudiar tiene que satisfacer en presente y futuro una aspiración profesional, eso a lo que dedicarás tu tiempo y que será -en el mejor de los casos- una fuente de ingreso.

    En internet hay mucho contenido diciendo lo contrario. Que debes entregarte a tus pasiones y hacer de tus aficiones tu vida. Si te gusta la música debes ser músico y nadie se debe “entrometer” en tus sueños. Bueno, está bien. Pero si quieres ser un buen músico, no sólo debes aprender a tocar un instrumento, si quieres hacer de la música tu profesión y oficio, entonces habría que estudiar formalmente sobre ella. Periodos, compositores, partituras, instrumentos, géneros y complejidades que requieren una profunda comprensión de cosas tan interesantes como la matemática y su métrica.

    Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, en México las 5 carreras con el mayor número de egresados son: 1. Abogado, 2. Administrador de empresas, 3. Contador, 4. Ingeniero industrial y 5. Psicólogo. El mismo estudio pone las cinco carreras mejor pagadas en nuestro País: 1. Medicina con especialidad, 2. Economía, 3. Medicina general, 4. Ingeniería Mecánica eléctrica y 5. Ciencias computacionales. Y las cinco peor pagadas: 1. Docentes, 2. Intervención educativa, 3. Trabajo social, 4. Profesor de asignatura específica. Los datos del IMCO van más allá, las carreras con mayor porcentaje de egresados desempleados en México son: 1. Ecología y ciencias ambientales, 2. Industria minera y extracción, 3. Artes, 4. Criminalística y 5. Nutrición.

    ¿Debo decirle a mi hijo que no estudie Ecología o Filosofía? ¿Debo recomendarle que sea cirujano o ingeniero electrónico? Claro que no, no se trata de decirles que estudiar o qué no estudiar. Se trata de que ellos hagan una exploración exhaustiva partiendo de sus capacidades, afinidades y gustos, que busquen información de las carreras que llaman su atención, que revisen las materias que forman parte de la curricula y si les es posible que busquen egresados que pueden ser referentes para analizar su aspiración vocacional.

    Y si elige ser abogado, ayúdale para que conozca a los litigantes privados penalistas, laboristas, fiscalistas, que se den una vuelta por la Fiscalía General o por los juzgados federales. No es difícil y siempre tendremos un amigo, conocido o pariente en el área jurídica de una empresa, de un gobierno, de un juzgado menor. Que explore, que camine, que pregunte y analice el quehacer de los profesionales en Derecho. Será su decisión, pero es nuestro deber ayudarles a encontrar los hilos más finos de la compleja madeja.

    Por último, consejo de padre a padre: No le tengan miedo a que sus bachilleres elijan carreras que no conocemos o que no había en nuestro tiempo. Hay quien se empeña y obsesiona en que sus hijos sean médicos, pero pueden estudiar dentro de las Ciencias Médicas: Ingeniería en software de la salud, Tecnologías Biomédicas, Inteligencia artificial y ciencia de los datos clínicos, Bioquímica Diagnóstica, Física Biomédica, Química farmacéutica y tantas opciones más, por cierto, carreras con gran oferta laboral y con sueldos muy competitivos. Luego le seguimos...