Todos los ciudadanos de este País, en los últimos tiempos, han sentido mejoría con la política de los gobiernos de la cuarta transformación, que han venido impulsando programas de bienestar, con el fin de aminorar la pobreza y mejorar el nivel de vida de la población, sin menoscabo de ningún sector social, bajo la máxima de que “por el bien de todos, primero los pobres.”
Bajo este principio marchan los programas en la política nacional, con buenas expectativas para la ciudadanía, que se muestra optimista con la estrategia que impulsa la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para resolver los problemas que viene afrontando el País, en diversos aspectos.
México marcha con seguridad al encuentro de un futuro lleno de grandes logros. Cuenta con el dinamismo que le caracteriza a la Presidenta Sheinbaum, la primera mujer que ha ocupado la silla presidencial en toda la historia de México. Este hecho produce en el pueblo buen ánimo, ve con entusiasmo cómo la Mandataria asume con gran seriedad su responsabilidad de llevar al País por el sendero de mayor progreso y mayor democracia. Los ciudadanos la apoyan, como lo muestran los grandes índices de aceptación. La simbiosis que forman el pueblo y su Presidenta es indestructible y va a dar buenos dividendos en bien de todos.
Hay confianza de que bajo el liderazgo de la Presidenta Sheinbaum salgamos bien librados del diferendo respecto a la política arancelaria que ha establecido el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La ciudadanía se encuentra confiada en el liderazgo de la Presidenta, ante la contingencia que enfrenta con nuestro país vecino. México cuenta con gran fortaleza para salir avante del actual diferendo y estamos seguros de que utilizará toda su experiencia diplomática para lograr conciliar intereses con el poderoso país del Norte.
Frente a la política del Presidente de los Estados Unidos, el pueblo de México está unido firmemente con su Presidenta, quien defiende los intereses nacionales con resuelta inteligencia. El pueblo mexicano tiene confianza en que se logrará resolver el diferendo con los Estados Unidos de la mejor manera, para bien de ambas naciones. Lo hemos dicho y lo subrayamos con certeza, no dudamos que nuestro equipo negociador va a poner toda su entereza en lograr buenos acuerdos, priorizando la soberanía nacional.
México es una potencia en su intercambio comercial, produciendo un volumen de productos de todo tipo, que intercambiamos con Estados Unidos por nuestra frontera común. Tenemos también un tratado comercial, que sirve como marco regulatorio del intercambio de productos entre ambas naciones. Este acuerdo de libre comercio, aún vigente, es un punto nodal aún en nuestras relaciones comerciales con el país vecino, y tendrá su peso específico en la actual negociación que, en torno a los aranceles, realicen ambos equipos, que ponderarán una balanza comercial más equilibrada y de beneficio mutuo entre ambas naciones. No olvidemos que la economía de México y Estados Unidos tiene, en varios rubros, por no decir en todos, una estrecha relación de intercambio y complementariedad.
Además, la agresiva política de aranceles que el Presidente Trump trata de aplicar a todos los países del mundo, creemos, va a tropezar con grandes obstáculos. Aunque trate a toda costa de imponerla, su implementación no va a ser fácil. El Presidente Trump va a encontrar fuerte resistencia y una variedad de respuestas que irán desde imponerle también aranceles a productos de alta demanda en Estados Unidos, hasta largos y complicados litigios que tendrán que resolver los organismos internacionales regulatorios del comercio mundial.
Lo hemos dicho siempre, los pueblos del mundo cada vez defienden de manera más unitaria sus intereses, por lo que no es fácil someterlos al arbitrio de otros países por más poderosos sean. Hay reglas infalibles que no pueden ser violadas fácilmente.
