Primera caída

ÉTHOS
24/04/2025 04:00
    Cada caída es una invitación a levantarse de nuevo, a reemprender la marcha, a reiniciar otro nuevo intento, a no dejarse derrumbar por el fracaso, ni intimidar por la humillación de las caídas.

    En la tercera estación del Vía Crucis se medita sobre la primera caída que sufrió Jesús rumbo al Monte Calvario. La tradición transmite que fueron tres veces las que cayó Jesús bajo el peso de la cruz, pero no constan en el relato bíblico, sino que fueron añadidas por la piedad popular.

    El que sean tres es cabalístico. Recordemos que, incluso, en la lucha libre, los contendientes compiten por ganar dos caídas de tres. El dicho común también afirma que a la tercera va la vencida, pues el número tres tiene un simbolismo profundo de perfección en todas las antiguas culturas, como en el misterio de la Trinidad.

    Cada caída es una invitación a levantarse de nuevo, a reemprender la marcha, a reiniciar otro nuevo intento, a no dejarse derrumbar por el fracaso, ni intimidar por la humillación de las caídas.

    Por eso, en esta meditación, el Papa pidió por aquellos que se sienten fracasados, por aquellos que desafían una economía que mata, por aquellos que ya no tienen fuerzas y han caído, por aquellos que buscan los primeros puestos en las sociedades competitivas sin importarles los demás, por los que están en las fronteras y sienten que su viaje ha terminado.

    De manera especial, subrayó: “También la vía de la cruz ha sido trazada de manera profunda en la tierra; los grandes se apartan de ella, quisieran tocar el cielo. Pero el cielo está aquí, ha descendido, es posible encontrarlo aun cayendo, aun permaneciendo en el suelo”.

    Asimismo, añadió: “La economía de Dios, por el contrario, no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra. Tu camino, Jesús, es el camino de las Bienaventuranzas: no destruye, sino que cultiva, repara, protege”.

    ¿Soy humilde y me levanto de mis caídas? ¿Aprovecho sus enseñanzas?